ANTECEDENTES E INTRODUCCIÓN.
Año 1992, la Barcelona olímpica se
mostraba orgullosa y radiante ante el mundo con la celebración del
acontecimiento deportivo más grande de su historia, y aparte de
grupos como Los Manolos con su “Amigos para siempre”, y el
monumental tema “Barcelona” a dúo entre Freddie Mercury
(malogrado unos pocos meses atrás) y Montserrat Caballé, aunque
esta composición es original de 1987, había otro grupo que fue sin
lugar a dudas banda sonora de aquellos días. Estamos hablando de Los
Sencillos, que ya han pasado tanto por el blog con la revisión de su 4ª obra de mismo nombre que la banda, y por nuestro programa de la
mano de su líder Miqui Puig, para conversar sobre esa misma obra,
amén de haber comentado también el debut en solitario de Puig
“Casualidades”.
Y es que este grupo editaba en 1992 su
2º disco de estudio tras el valorado debut que supuso en su día
aquel “¡De Placer!” que regaló entre otros temas piezas tan
válidas como “No por eso no” o “Mala Mujer”. En este año el
grupo proseguía aún con su formación clásica en liza, que fue la
formada por Albert Mallorca a la batería, Francesc Pascua a los
teclados, German Ycobalzeta al bajo, Mariá Roch como guitarrista y
Miqui Puig como cantante y líder indiscutible de la banda.
La relevancia mayor del grupo se
alcanzó gracias a “Bonito es”, quizás la canción por la que
son principalmente recordados; de ahí que afirme que Los Sencillos
formaran parte de la banda sonora de aquellos días olímpicos, ya
que este “Bonito es” sonó mucho en las emisoras en aquel
momento. No obstante, este disco de colorida portada (algo
reminiscente de la portada del “The Gift” de The Jam, banda
liderada por Paul Weller, admirado a fondo por Miqui Puig), no basa
su potencial exclusiva y necesariamente en “Bonito es”, aunque
sea su principal gancho. Estamos ante un disco que prácticamente no
tiene momentos débiles, y desprende un ritmo y una marcha bastante
generosos. Pasemos a analizar sus capítulos sin más dilación.
ANÁLISIS DEL DISCO.
1. “Entro en casadenadie”: Este
“Encasadenadie” es un disco conceptual, que abre y cierra con
unas peculiares pistas en las que parece que alguien se cuela en casa
ajena. En los primeros segundos de la primera pista “Entro en
casadenadie” se oye parte de un diálogo de la mítica película
“Desayuno Con Diamantes” entre otros sonidos que nos evocan ese
allanamiento de morada.
2. “Solo para mis ojos”:
Rápidamente esos teclados mods tan setenteros entran encabezando la
máquina sonora de Los Sencillos, irrumpiendo con gran fuerza y
presentándonos “Solo para mis ojos”. En el título se puede
apreciar un guiño a James Bond y una de las películas de su saga, y
de hecho en la letra Miqui dice algo como “Ursula Andress y
James Bond en la película del Dr. No pudieron igualar tu estilo y
esa forma de ser”. Gran ritmo y vértigo, como suele pasar en
muchos temas de Los Sencillos, sobre todo visto en ese estribillo que
rompe con esas palabras tan rotundas “una mujer de carrera, una
top model”. Buenos coros, como en muchos temas del disco,
secundan bien a Puig en momentos señalados. Dentro del entramado
instrumental, destacan los cálidos sonidos de la guitarra eléctrica.
3. “Bajo las ruedas”: Menos
ampulosa que “Solo para mis ojos”, pero con un ritmo y melodía
más directos, resulta “Bajo las ruedas”. Aquí son los teclados
de Pascua lo que más destacan en el plano meramente instrumental.
Queda bien la rotundidad con la que Miqui entona frases como “Bajos
ruedas tu destino, Hans”. Una buena canción que no tarda
muchas escuchas en llegar cómo merece.
4. “Bonito es”: “Bonito es” es
claramente la canción por la que más se recordarán siempre a Los
Sencillos. “Encasadenadie” lucha por demostrar que es más que el
lp que incluye a esta canción, y en esto redunda nuestro trabajo. No
obstante, “Bonito es” es un tema pop clásico de la música
española, por mucho que les joda a los detractores de Miqui Puig
admitirlo. Parte de la tradición pop de décadas anteriores, sobre
todo en el trabajo electrónico de Francesc Pascua en los teclados.
Puig está luminoso y con potencia en el apartado vocal. El
estribillo es sencillísimo, como indica el propio nombre de la
banda, consistente en unos coros directos y el propio título de la
canción. No podemos dejar de citar el apartado de rapeo de Juan
Perro/Santiago Auserón, colaboración de lujo en este tema. En la
letra Miqui Puig nos dibuja escenas que no dejan de ser parte de la
vida cotidiana, envolviéndolas de una vitalidad tanto en el sonido
como en el sentido que resulta estupendo para el tema. No vamos a
descubrir esta canción ahora, pero sí que puede que alguno la
redescubra después de mucho tiempo sin escucharla.
5. “Déjame en paz”: Es difícil no
palidecer tras un tema tan grande como “Bonito es”, pero se da la
excepción en esta ocasión con “Déjame en paz”. Esta canción
es quizás mi favorita del disco, o al menos una de mis predilectas.
Esta canción de rabia y revancha amorosa en lo que a la letra se
refiere, funciona en su totalidad, desde las maniobras de los
teclados una vez más geniales de Pascua, la presencia y cuerpo de la
guitarra eléctrica y Miqui Puig alternando momentos de mesura y algo
de exageración cuando procede y se necesita. El estribillo,
completado con coros, es básico y directo a partes iguales: “…
por eso vete de aquí, déjame en paz, vete de aquí, déjame en
paz”. Una joya oculta y una de las canciones más aprovechables
y perdurables de Los Sencillos para todo aquel que la descubra.
6. “Corazón de colchón”: Con
“Corazón de colchón”, Los Sencillos nos ofrecen un medio tiempo
pop, quizás la composición más discreta del disco de lo que
llevamos de escucha. Destaca la sensualidad que Puig imprime con esos
“dámelo” repetidos. Es un tema agradable, pero inferior
en potencia respecto a sus compañeras previas y también respecto a
la siguiente que vendrá.
7. “No toques a mi amigo”: Con
clara influencia literaria, llegamos a la canción más acelerada de
“Encasadenadie”. “No toques a mi amigo” es otro de los puntos
álgidos claramente de este lp. El ritmo es vertiginoso, ofrece unos
cambios melódicos geniales y estoy seguro que en su día, cuando Los
Sencillos estaban en activo y la tocaban en directo, sería de los
grandes momentos de los conciertos. Creo recordar que Miqui Puig la
mencionó como una de sus favoritas históricas de la historia del
grupo en el programa que llevamos a cabo con él como final de la 2ª
temporada de radio de “Discos, música y reflexiones”. “Mí
cámara dispara atrapando imágenes, quiero que el tiempo no se vaya
de mi, vaya de aquí” es lo que conforma el estribillo,
brutalmente animado y luminoso. Una dosis de adrenalina, buen rollo
musical y otro de los grandes momentos que nos regalaron Los
Sencillos en “Encasadenadie”.
8. “Si al decirte adiós”: Choca
mucho el cambio de cariz que se produce con “Si al decirte adiós”
tras haber escuchado “No toques a mi amigo”. Estamos ante la
canción más melancólica, coordinada tanto en letra como en
melodía, de “Encasadenadie”. Las cuerdas suenan muy bien
acompañando a un Puig muy sentido frente al micrófono.
9. “Máquina de bar”: No es
procedente ponernos melancólicos en exceso y por eso tras “Si al
decirte adiós” llega la simpática y amable “Máquina de bar”.
Siempre me he imaginado un simpático videoclip de la misma, en plan
humorístico, con un Miqui Puig haciendo de barman superado por la
clientela, al frente de su barra de bar, sobre todo por ese comienzo
“Una cerveza; no tengas prisa. Ponme una copa más. Mucho
trabajo” a modo de diálogo entre cliente y Miqui Puig
respondiendo como camarero. Quedan muy bien los arreglos de viento
metidos para darle la suficiente pompa a esta canción que se sitúa
claramente en el sector más animado y desenfadado del disco.
10. “Navidades junto a ti”: Medio
tiempo para afrontar el tramo final con “Navidades junto a ti”.
Quizás no llame mucho la atención en tanto a las estrofas, pero en
el estribillo mejora. Cumple su papel dentro de “Encasadenadie”
de forma digna.
11. “La llave”: Ejemplo de canción
de amor pop, sin necesidad de entrar en el terreno de la balada (eso
es exclusiva de “Si al decirte adiós” en “Encasadenadie”) es
“La llave”. Un correcto final, vital y lleno de luz para no
desvirtuar el sentir que transmite en sí “Encasadenadie”, que
quizás resulta algo repetitivo si le queremos buscar las vueltas un
poco.
12. “Salgo de casadenadie”: A modo
de epílogo y salida conceptual del disco, se sale de “Encasadenadie”
con algún ruido salido de tono y gritos de mujer. Pasos que se
alejan, portazo y cierre de un disco de alta puntuación.
RESULTADO, CONCLUSIONES Y REFLEXIONES.
Con este disco y sobre todo con su
single “Bonito es”, Los Sencillos vivieron sus días de mayor
éxito. Ya he puntualizado al comienzo del post qué era lo que
sonaba en aquel año olímpico y de exposición universal en España,
aparte de los últimos coletazos de Mecano con “Aidalai”, por
supuesto.
Lo que pasó es que Los Sencillos,
jugando un poco con el título del disco, se quedaron en tierra de
nadie, ya que siempre he afirmado que eran demasiado comerciales como
para ser tildados de indie, pero también tenían un cariz que les
alejaba por otro lado de la comercialidad ramplona y es que Miqui
Puig y sus muchachos, por mucho que hicieran un pop fresco y vital,
nunca entraron en lo fácil o chabacano.
Aún así, Los Sencillos continuaron un
buen resultado comercial con “Seres Positivos” de 1993, gracias a
ejemplos como “Doctor amor” o “Buena puntería” (la cual sonó
bastante por ahí, o al menos lo recuerdo así). Con el disco homónimo que ya comentamos por aquí, más o menos se mantuvo el
tipo con el resultado de canciones como “Abre tu mente” y el
“Bultacos Y Montesas” también tuvo su lugar de gloria con la
curiosa “Phutbol”.
Ya volveremos a Los Sencillos, por
supuesto. De momento hoy nos quedamos con su disco más exitoso,
aquel que incluye su tema bandera “Bonito es”. No obstante,
reitero más que nunca que no se queden ahí y accedan al disco de la
forma que ustedes puedan (digo esto porque la discografía de Los
Sencillos está, tristemente, más que descatalogada). Dentro de
“Encasadenadie” encontrarán varias canciones que a buen seguro
les gustarán. Es un disco perfecto para el verano. Si lo fue en
aquellos días de bonanza de 1992, seguro que también funcionará
para levantar el ánimo en estos jodidos tiempos que vivimos en 2013.
Seguro que es un buen compañero para sus vacaciones. Háganle un
hueco en su maleta.