Hoy daremos un repaso a los aspectos a tener en cuenta sobre los sensores de revoluciones que podemos encontrar actualmente en los automóviles del mercado.
Explicaremos su función principal, la tecnología aplicada, los tipos existentes y unos breves apuntes respecto a los síntomas que pueden presentar, su correspondiente mantenimiento y su proceso de montaje en el vehículo.
Un sensor de régimen de giro suele estar montado sobre una rueda dentada/fónica, disco con ventanas sectorizadas o anillo de material ferromagnético.
El sensor se encarga de detectar las variaciones de flujo magnético que se producen entre la zona sensora del componente eléctrico y la rueda o leva, dependiendo del caso, durante el giro del motor. Una vez el sensor recibe esta variación, la convierte en señal eléctrica y la envía inmediatamente a la unidad de mando del motor.
Estos sensores se caracterizan por ser de tipo Contactless (sin contacto). Esto evita que sufran degradación mecánica puesto que no hay contacto físico entre las piezas en movimiento.
Además, tampoco se ven afectados por la suciedad ni por las condiciones climatológicas, resultando en componentes de gran precisión y durabilidad. No obstante, conviene tener en cuenta su mantenimiento.
Si se trata de un sensor de revoluciones de cigüeñal, la misión del componente es informar sobre la posición del punto muerto superior y la velocidad de rotación del motor a la unidad de mando, y así esta pueda calcular el tiempo de inyección y autorizar el proceso de arranque.
Por otro lado, si se trata de un sensor de posición de árbol de levas, su función es dar a conocer a la unidad la posición PMS de los cilindros, controlar la sincronización de la inyección y, en caso de motor de gasolina, el encendido.
El sensor de revoluciones también tiene otras aplicaciones como pueden ser la detección de la velocidad de las ruedas y la posición de la caja de cambios.
Los inductivos constan de una bobina que envuelve a un imán permanente. Un elemento ferromagnético altera el campo magnético del imán. Dicha alternación se traduce en una tensión de salida sinusoidal, proporcional a la velocidad de las variaciones y a la distancia con el elemento ferromagnético que detecta el sensor. La corriente generada en la bobina será medida en sus dos extremos.
Los de tipo efecto Hall se componen de un material semiconductor en la placa Hall que es atravesado por una corriente eléctrica. Cuando la placa Hall es sometida a la acción de un campo magnético, los electrones se desplazan generando un voltaje. La señal de salida es cuadrada y proporcional a las variaciones que detecta el sensor.
El vehículo puede presentar los siguientes síntomas si el sensor de revoluciones se encuentra en mal estado:
-Dificultad o imposibilidad para poner en marcha el motor.
-Pérdida de potencia o tirones en la respuesta del motor.
-El cuentarrevoluciones del cuadro de instrumentos no funciona.
-Encendido del testigo "Check Engine" del cuadro de instrumentos.
-Aumento del consumo de combustible.
-Aumento del nivel de expulsión de contaminantes por el tubo de escape.
Un sensor de revoluciones debe revisarse en cada mantenimiento o cada 25.000 km .
Hay que verificar los valores específicos, y en caso de no estar dentro de los especificados por el fabricante debe sustituirse.
A la hora de asegurarse de si un sensor de revoluciones se encuentra en buen estado o no, debe verificarse el cuerpo exterior del mismo, su conector y los cables. Si muestra alguna grieta o rotura, la pieza puede haber sufrido algún estrés mecánico.
También puede presentar algún tipo de deformación provocada por un sobrecalentamiento del sensor. Si por el contrario, el sensor no genera señal, puede deberse a una rotura del cable por fricción o vibraciones excesivas, cortocircuitos o roturas internas.
La empresa española , encargada de la fabricación y comercialización de componentes eléctricos para la mayor parte de vehículos del sector, dispone de un interesante canal de YouTube en el cual nos muestran, sin ir más lejos, los pasos a seguir para el montaje de un sensor de revoluciones en nuestro vehículo.
¿Os ha gustado este post? ¡Podéis opinar en la sección de comentarios del blog!