Revista Opinión
LOS SICARIOS DE LA DEMOCRACIA
¨Cuando alguien encuentra su camino no puede tener miedo.¨ Paulo CoelhoNuestra democracia está herida de muerte. Hay demasiados sicarios, es decir, criminales asalariados involucrados en ese intento criminal. Los autores intelectuales están refugiados en el poder ejecutivo, los encubridores en los órganos de justicia y en el poder inmoral. Entre los ejecutores directos o autores materiales, como los podríamos denominar, están las damas del poder electoral y las fuerzas armadas y policiales.Los gobernadores y alcaldes del régimen se han convertido en cómplices necesarios tratando de cumplir con las órdenes de sus superiores. Todos violan sistemática y permanente los derechos humanos y los derechos del ciudadano consagrados en la constitución. Sólo los motiva cumplir el encargo de sus jefes y el cálculo político de sus ambiciones. El gobernador del Zulia se ha revelado como uno de los discípulos más destacados del régimen. En una extrema insensatez derivada de los extravíos del poder y animado por la consigna fascista de que lo que no se consiga con los votos debe conseguirse con las balas, desafió al pueblo zuliano a enfrentarnos con fusiles contra su gobierno y el gobierno nacional. Desigual confrontación. Ellos con las armas, nosotros con nuestras razones y pasiones libertarias.No sólo perdió la compostura que un gobernante de talante democrático debe tener frente a sus gobernados, sino que liquidó definitivamente el poco respeto y la menguada consideración que el pueblo pudiera tenerle.El mundo entero ha sido testigo de las argucias manejadas por las sicarias refugiadas en el CNE para suspender el llamado al revocatorio presidencial y las elecciones regionales del año pasado y la rapidez con que han actuado para organizar un evento inconstitucional como lo es ese mamotreto que han dado en llamar Asamblea Constituyente rechazado por la gran mayoría de los venezolanos. El asalto a la Asamblea Nacional fue un acto propio de sicarios contra la democracia el 5 de julio pasado.
Por eso la consulta popular, constitucional y legítima, convocada para el domingo 16 de julio por la Asamblea Nacional debe ser considerada por todos nosotros como un acto de justicia con la democracia venezolana, sentenciado por el soberano, en quien reside el poder originario. Es una gran responsabilidad cívica y de amor por la libertad. Los irresponsables, sépanlo o no, son los enemigos de la libertad. Con ellos y los distraídos el destino será implacable y hasta despiadado, decía Borges.Neuro J. Villalobos Rincón[email protected]
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