Los silencios de Rubalcaba

El Sr.caba no responderá a cuestiones

El Sr. Rubalcaba no explicará en el Congreso ni el caso Faisán ni las actas de ETA. El Sr. Rubalcaba no precisa dar explicaciones. El ínclito cántabro se mueve en los entresijos de la política con astucia y se sostiene en primera línea después de haber ejercido un cargo de ministro en el gobierno de los GAL, algo que mucha gente parece haber olvidado. Eguiguren dialogaba con ETA mientras Zapatero, entonces en la oposición, firmaba un pacto contra el terrorismo y por las libertades con el gobierno popular, de modo tal que el socialismo pseudoprogresista estaba estrechando la mano derecha a su rival político y clavándole u puñal en la espalda con la izquierda, todo ello con el único fin de recoger votos en el caladero de los indecisos y de la masa de población sensible a los muertos con los que negocia la banda armada.

Años después, cuando se descubre el precio que esta administración ha estado dispuesta a pagar en su negociación con los terroristas, el silencio es la mejor respuesta que el ministro del interior y aspirante a la sucesión de Zapatero, nos puede ofrecer. Blanco fue tiroteado durante el gobierno del partido popular, sin que el discurso del tiempo haya revelado ruindades cometidas en su nombre; puede descansar en paz, algo que no sucede con los asesinados por ETA en los últimos cuatro años, habiéndose convertido en moneda de cambio para un gobierno que se decanta por la imagen y el voto fácil, antes que por la firmeza y el consenso.