Los Simpson, 20 años de Rock: U2

Residuos Titánicos, temporada 9. El refrán de “no hay mal que por bien no venga” cobra su máximo sentido cuando, tras pelearse con los basureros y conseguir así que sus desperdicios se amontonen en el jardín,  Homer se convierte en el nuevo inspector de sanidad de Springfield. Pero antes, como es lógico, tuvo que vencer en unas duras elecciones al anterior titular del cargo, al elegido por los votantes en 16 ocasiones consecutivas, Ray Patterson. No lo tenía fácil, pero el cabeza de familia no dudó en volcarse en la campaña electoral: inventa un eslogan, da mítines, manipula los frenos del coche de su rival, entre otras lindezas insinúa de él  que es un alcohólico… y se cuela en el estadio donde U2 actúan.

La primera emisión del capítulo, a finales de abril de 1998, significa que la actuación de los irlandeses se corresponde en la ficción con el PopMart Tour con el cual recorrieron el mundo durante cerca de un año, concretamente entre los meses de abril del 97 y  marzo del siguiente. De manera que, cuando Homer interrumpe Pride (In the Name of Love) —de su disco de 1984 The Unforgettable Fire—, Bono, The Edge, Adam Clayton y Larry Mullen lucen unos  atuendos extravagantes a juego con un escenario futurista.

El más comprensivo es el cantante, pues pese a que sus compañeros piensan en marcharse al bar de Moe para tomar unas cervezas, Bono no duda en calmar al público que abuchea para que Homer pueda explicarles por qué deben elegirle a él y no a Ray Patterson. Sin embargo, no tarda mucho en cambiar de idea y aprovecha que el espontáneo trata de ganarse al gentío con un ridículo baile para llamar a los guardaespaldas y que le saquen de allí. Entonces se produce el momento estelar del episodio. El líder de la banda afirma que Simpson recibirá la ayuda que necesita, reanudan la canción y mientras tanto, en las pantallas gigantes que tienen detrás, se ve a Homer recibiendo la ayuda de manos de los gorilas en forma de paliza. Antes de los créditos finales aparecen de nuevo, en esta ocasión en compañía de Moe con esas pintas que querían tomar.

Sin duda uno de los mejores cameos de la historia de Los Simpson, además de curioso, puesto que fueron los propios músicos quienes se pusieron en contacto con la serie para ser dibujados y no al revés.