La particular constitución de la columna vertebral puede llegar a generar distinto tipo de dolores musculares y en los nervios cuando tienen lugar situaciones desafortunadas. La columna vertebral consta de 26 vértebras, los huesos ubicados en esta zona del cuerpo. Como las vértebras deben tener un movimiento flexible e interconectado, y dado que son puro hueso, entre cada una de ellas se deposita una sustancia de tipo gelatinoso en forma de discos blandos. Los discos situados entre vértebra y vértebra son los que amortiguan el movimiento que tiene lugar en la columna vertebral, mantienen el lugar adecuado de cada una de las vértebras y previenen el desgaste y el pulimiento de los huesos. Cuando uno de los discos situados entre las vértebras se daña o se corre de lugar aparece una hernia de disco.
La hernia de disco puede generar un intenso dolor de espalda o dolor de cuello, según la zona de la columna vertebral de que se trate. Cuando ejerce presión directa sobre un nervio, además, puede desencadenar en un problema de ciática (debido a la inflamación del nervio ciático). Un problema de hernia de disco puede dar origen a varias complicaciones. Por ejemplo, pueden aparecer dolores en las nalgas y las piernas, dolor en los brazos (en los casos en los que primeramente hay dolor de cuello), entumecimiento de distintas partes del cuerpo, espasmos musculares y cierta debilidad.
Para revertir un caso de hernia de disco se recomiendan tratamientos de distintos tipo. Los tratamientos preliminares suelen incluir la administración de anti-inflamatorios, analgésicos y remedios locales. La fisioterapia también suele dar muy buenos resultados y no posee riesgos secundarios. Los casos más graves, en cambio, podría requerir una intervención quirúrgica. A las personas obesas con problemas de hernia de disco, en primer lugar, se les recomienda bajar de peso.
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