Los sonidos de Estambul

Los sonidos de Estambul

Dunya es un nombre de pila popular en Turquía. Significa “mundo” y para los turcos no es masculino, es nombre de chica, y así se llama la canción principal de “El Baño Turco”. Su melodía, dulce como un té de manzana, calienta por dentro y te envuelve en un estado de serenidad absoluto. No es la única canción redonda, toda la banda sonora de El baño Turco es un gran homenaje a Estambul. Con ella Ozpetek nos lleva a su espacio más público, y a la vez secreto, el Haman.

En el baño turco que podéis visitar en Madrid cerca de la Plaza Mayor tienen casi siempre puesta la música de esta película (por si alguno se lo ha preguntado alguna vez). Su sonido amplifica el relax.

 Algunas de las melodías parecen vapor sofocante, otras son como un chorro de agua fría; al final todas te conducen, con la ayuda de los tambores o darbukas, a un estado pleno de relajación, donde es fácil olvidarse del mundo y de uno mismo...

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 Con los pies sobre la butaca del Teatro Arlequín juré amor eterno a Estambul y sus sonidos. Juré que algún día me escaparía a contemplar el Bósforo y fotografiar la media luna, para el fotoperiodista Jon Barandica, la bandera más atractiva del mundo, “nunca me cansaré de fotografiarla”, me dijo una vez...