Este verano estoy aprovechando para ponerme al día con series que llevo tiempo queriendo ver, la primera en caer ha sido “Los Soprano”, un drama de la mafia que duro seis temporadas cautivando al público y a la crítica. De momento solo he podido ver la primera temporada, puesto que solo la veo con mi madre.

Al contrario que otras series como “The Wire” lo que prima en “Los Soprano” es la vida personal de los personajes, de esta manera Tony y su familia es el centro de toda la historia. Los conflictos familiares de Tony con su mujer y su madre, son una parte imprescindible de la serie. Al final de la primera temporada mismamente este conflicto materno se hace el elemento clave.
Sus hijos también son importantes, pero desde un punto de vista diferente, puesto que los conflictos, no giran en torno a las discusiones, si no a la visión que tienen ellos de su padre y su trabajo.
Como en toda mafia, existe la familia y “la familia”, tras haber hablado de la primera os hablare de la segunda que tiene la misma importancia. La trama mafiosa, es heredera del padrino, puesto que se rige bajo las mismas normas de lealtad y traición, pero con la diferencia de que han pasado unos cincuenta años y han quedado “desfasados”.
Al ser una serie de la HBO, dura en torno a cincuenta minutos, no tiene ningún tipo de censura, por tanto no se cortan a la hora de poner sexo o violencia y el ritmo no esta hecho para enganchar a cualquier persona. Hay capítulos en los que no pasa nada y otros en los que toda la acción sucede en cinco minutos y el resto es dialogo.
De momento a mi me han enganchado enormemente y no puedo esperar para la segunda temporada.
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