En junio de 2009, los pueblos indígenas de la Amazonía peruana se habían movilizado para defender sus territorios ancestrales, ocupados en las zonas alta y baja de la Amazonía. Actualmente, estos territorios se encuentran afectados por la creciente e irracional explotación de recursos como el oro, la madera, el petróleo y el gas que se lleva a cabo sin respeto por las decenas de pueblos indígenas que mantienen una de las mayores diversidades culturales del planeta. Muchas de estas explotaciones corresponden a áreas entregadas en concesión por el gobierno peruano a empresas transnacionales que se imponen en los territorios indígenas, ignorando los derechos de las comunidades nativas.
El día 5 los indígenas amazónicos reiniciaron una jornada de lucha por la derogatoria de decretos legislativos que consideran lesivos a sus intereses colectivos y el gobierno de Alán García ordenó a las fuerzas policiales un desalojo violento que derivó en enfrentamiento, y en el que murieron oficialmente 24 policías y 10 civiles, además hubo doscientos heridos, muchos de ellos de bala.
Algunas fuentes indican que habría un número aun mayor de muertos por parte de los manifestantes, (entre 200 y 300), basándose en el número de desaparecidos que denuncian los habitantes de la zona. Cuesta creer la cifra oficial teniendo en cuenta los medios de los uniformados, (cascos, chalecos, armas automáticas, vehículos, helicópteros…), en contraste con los medios de que disponían los manifestantes, (piedras y palos).
Información complementaria: El convenio (C169 de 1989) de La Conferencia General de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), sobre los pueblos indígenas y tribales en los países independientes.
Fuente: Q’atary Perú