Cuadro: Estudio para la disputa entre Oberón y Titania, de Joseph Noel Paton
El gran descubrimiento freudiano fue el de lo inconsciente, descubrir que suceden cosas en nosotros que nuestra conciencia ignora. Freud comienza a estudiar los sueños, pero los sueños no le interesan tanto como los mecanismos por los que se producen y en el “aparato” en el que se producen. Los sueños nos interesan, no en sí mismos, sino porque son la vía regia al inconsciente.
Freud descubrió primero que los síntomas patológicos de determinados pacientes, poseían un sentido, descubrimiento que constituyó la base y el punto de partida del tratamiento psicoanalítico. En el curso de estos tratamientos observó que los enfermos incluían entre sus síntomas algunos de sus sueños, y esta inclusión fue lo que hizo suponer que estos sueños debían también poseer su sentido propio.
Podríamos decir que Freud escribe La interpretación de los sueños, para generalizar lo que había descubierto en los pacientes neuróticos sobre el funcionamiento del psiquismo. Porque sabía que le iban a objetar: eso que usted ha descubierto, le pasa sólo a los neuróticos. Y eso no era así, los mecanismos psíquicos son los mismos para los sanos y para los enfermos, lo que es diferente es el resultado, pero no los mecanismos. Si quieres leer algo más sobre los sueños puedes leer el artículo de El País donde colaboro: http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Deseos/censura/elpepusoc/20100612elpepusoc_1/Tes