Seguramente os parezca un poco sensacionalista, pero visto con perspectiva es la pura verdad. Y os preguntaréis ¿cómo puede ser eso si los Tercios eran el arma más letal y engrasada de la que disponía la monarquía hispánica para mantener su hegemonía? Pues la respuesta es en realidad sencilla: Por su alimentación.
Y no es que fuera especialmente variada ni abundante pero entre un poco de pan duro, un tanto de pescado y carne, iba también, señoras y señores míos, la patata.
-- ¡Claro! La patata... (Tal vez penséis)
Pero no fue tan sencillo.
Por entonces, en el siglo XVI, la patata no la quería nadie. Sí, la trajeron de América junto con otros muchos alimentos "raros" pero el tubérculo les resultaba insípido quedando relegado como mera curiosidad botánica y fuera de la dieta de la población española. Ni os cuento en el resto de Europa.
Sin embargo, tenía buenas características aquella planta: Aguantaba bien la climatología, crecía rápido y daba abundante "fruto". Era barata y saciaba. A finales del siglo XVI, tras varios años de persistente sequía que trajo consigo la hambruna consiguiente, unos frailes sevillanos comenzaron a cultivarla con el fin de obtener alimento barato para saciar el hambre de los enfermos y de los menos favorecidos. Una cosa llevó a la otra y si bien la gente de a pie se resistía a ponerla en el plato, quedó claro para algún avispado militar, que para los alimentar a los Tercios también serviría.
Así que ahí tenéis los Tercios, con la patata como parte de su dieta y recorriendo El Camino Español arriba y abajo durante casi un siglo. Buena parte de los lugareños del norte de Italia, parte de Alemania y Austria, Bélgica, Luxemburgo, Saboya, Franco Condado y Lorena (que ahora son Francia...) vieron durante años, con sus propios ojos, como esos soldados de los Tercios que transitaban hacia Flandes comían ese alimento tan raro y poco "agraciado" que habían traído de América los españoles.
En resumen, los primeros que introdujeron en Europa la patata como alimento masivo fueron los soldados de los Tercios. Al César lo que es del César.
También los holandeses se resistieron al principio pero ya sabéis que por gusto no, pero por necesidad se come lo que sea. Y la necesidad que abrió la patata al "mercado holandés" fue el asedio de Leiden. Cuando lo españoles levantaron el asedio ante la inminente llegada de refuerzos, dejaron atrás la cantidad ingente de patatas que les servía para alimentarse. Las vituallas que traían los protestantes que liberaron la ciudad no era en absoluto suficiente para saciar el hambre terrible de la población.
Haceos a la idea: Una población hambrienta como lobos y con toneladas de patatas a su disposición. Seguramente pensarían algo como: "Si lo comen los tercios y han aguantado aquí plantados este tiempo, no serán tan malas...". Les debió gustar porque tienen un plato característico de aquel hecho, el Hutspot, y celebran cada 3 de Octubre que aguantaron un duro asedio y (suponemos) que el atracón de después les sabría a gloria.
Así que sí... finalmente la patata triunfó en toda Europa, en gran medida por necesidad pero también en buena parte por el ejemplo de los soldados españoles.
En definitiva gracias a ese tubérculo que nadie quería pero que los Tercios ayudaron a extender por el corazón de Europa, se incluyó en la dieta de millones de personas un alimento que ahora es básico y que ha salvado millones de vidas sobre todo en las épocas de pésimas cosechas. Exactamente como os decía en el título del post que seguramente os parecía sensacionalista.
Fuentes:
·Historia novelada y perimundo de Miguel de Cervantes
·http://es.wikipedia.org/wiki/Hutspot
·http://www.km268.org/gastronomia/lapatatalagranaportacionamericanaalagastronomiaeuropeafernandorquesadarettschlag