Revista Religión

Los terrores del infierno

Por Frabreum @FRABREUM

Los terrores del infierno
La doctrinadel infierno es una de las más olvidadas de toda la Escritura. Cuando hoy semenciona el infierno, generalmente es ridiculizado, como si toda la idea delinfierno estuviera tan pasada de moda que sólo los ingenuos e ignorantespudieran creer que un lugar así realmente exista. 
Esto no esdifícil de entender. El hombre natural aborrece la idea de tener que dar cuentade su vida delante de un Dios santo, él (el hombre natural), ama el pecado y noquiere vivir sin él. La mente no regenerada presenta una objeción tras otra contal de no encarar la realidad del infierno. El ser humano vive su vida pensandoque si ignora una dificultad por un determinado tiempo puede que éstadesaparezca. Hasta los líderes religiosos tenidos por conservadores comienzanahora a atacar la idea del infierno. Dejemos que los hombres hagan lo que lesplazca, seguros de que las frívolas objeciones de los necios no conseguirándestruir la realidad del infierno.
En mediodel clamor que busca aniquilar el infierno están aquellos que creen que laBiblia es verdad, estos deben pararse y hablar. Meditar en los terrores delinfierno puede ser uno de los ejercicios más importantes que puedas hacer enesta vida. Si "el que oye el sonido de la trompeta no se da por advertido,y viene una espada y se lo lleva, su sangre recaerá sobre su cabeza"(Ezequiel 33:4). Pido el favor de que el lector se tome el tiempo de leer estelibrito hasta el final.
¿Por quédebería uno preocuparse por el infierno? ¿Por qué gastar tiempo leyendo sobreel infierno? Son varias las razones que nos muestran el beneficio de hacerlo:
Oir de losterrores del infierno puede chocar a la conciencia y despertarle de su falsaseguridad.
Saber delinfierno contribuye a detener al hombre de su camino de pecado. Tanto elpiadoso como el malvado son persuadidos de no pecar cuando recuerdanregularmente los terrores del infierno.
Conocer losterrores del infierno puede ayudar a despertar a aquellos que piensan que sonsalvos solo porque creen en Cristo o en los hechos del Evangelio, pero que noson realmente salvos sino que están camino del infierno, sin saberlo.
Predicar ladoctrina del infierno es beneficioso tanto para creyentes e incrédulos porigual, como será demostrado.
¿Por quélas personas no tienen miedo del infierno? Parece que hoy hay una real carenciade miedo a la realidad del infierno. Esto afecta tanto a aquellos que asisten ala iglesia como a los que viven en el mundo. La gente no teme el infierno, ¿porqué?
Una personano tendrá miedo de un león cuando es un cuadro en la pared. ¿Cómo es esto?Bueno, se trata solo de una pintura. Sabe que no es real. Pero si esa personafuera dejada sola en la jungla y se topara cara a cara con una león real,rugiendo ferozmente, entonces se llevaría un susto de muerte. La conciencia delser humano tocante al infierno es semejante a la del hombre que sólo ve un leónpintado en un cuadro. Sin embargo, oímos del infierno en la Biblia. Sabemos queel Señor Jesús habló del infierno. De hecho, Cristo habló más del infierno quede ninguna otra cosa en las Escrituras. ¿Cómo es que los hombres no creen queel infierno es real? Porque no han escuchado lo suficiente sobre él. No hanestudiado todo lo que la Biblia enseña sobre el tema. No es lo que oímossolamente lo que contribuye a forjar nuestra creencia, lo que no oímos tambiéncontribuye a formar nuestro sistema de creencias. Únicamente el Espíritu Santopuede presentar a nuestros corazones los terrores del infierno de tal modo quelos sintamos tan reales como nunca antes. La doctrina del infierno ha sidousada por Dios en la conversión de pecadores más que ninguna otra de lasEscrituras. Ora para que, mientras lees este tratado, el Espíritu Santo puedamostrarte el infierno tan auténticamente real como es.
LA NECESIDAD DEL INFIERNO
Muchos delos que hoy día se burlan del infierno, probablemente lo hacen por variasrazones. Primariamente se trata de un deseo de estos de continuar en suspropios caminos de pecado sin tener sus conciencias preocupadas con la idea delas consecuencias de sus acciones. No quieren oír que lo que están haciendoestá mal. No quieren oír que sus pecados serán castigados. Alguien pudieraobjetar: "El tormento eterno en el infierno, ¿no es inconsistente con unDios misericordioso y amante? ¿Cómo puede un buen Dios castigar a la gente enel infierno para siempre?" Un malentendido del carácter de Dios y de lanaturaleza del pecado puede llevar fácilmente a este tipo de preguntas. ¿Porqué es necesario el infierno? Examinemos algunas razones que nos hablan de sunecesidad.
Lapecaminosidad del pecado y la santidad de Dios. La dificultad que la mayoría dela gente tiene a la hora de comprender la necesidad del infierno estárelacionada con su incompleto e inadecuado entendimiento de lo terrible que esel pecado y de lo glorioso que es Dios. No vemos el mal tan grande que hay enel menor de los pecados ni entendemos la santidad de Dios, su justicia y suira. Si viéramos el pecado como la maldad más grande en el mundo y nos diéramoscuenta de que cada pecado es un rechazo del gobierno de Dios sobre nosotros,una burla, una bofetada en su rostro, lanzarle estiércol a Él, comenzaríamos acomprender un poco de lo que nuestro pecado representa para Dios. Cada vez quepecamos erigimos un dios rival en nuestro corazón, en la forma de nosotrosmismos o de nuestro vicio más querido. El pecado rechaza al Creador como Dios ypone la criatura en su lugar.
Sipudiéramos entender la santidad de Dios y lo que significa ser santo, puro,perfecto, justo, incontaminado, limpio hasta del menor pecado, tendríamos unaidea mejor de por qué Dios aborrece tanto el pecado. La santidad absoluta nopuede tolerar el menor de los pecados. "Muy limpio eres de ojos para verel mal, ni puedes ver el agravio" (Habacuc 1:13). Si pudiéramos comprenderla gloriosa santidad de Dios y su pureza, así como la abominable naturaleza delpecado, entonces no tendríamos problemas con la necesidad absoluta delinfierno.
"Másengañoso que todo, es el corazón, y sin remedio; ¿quién lo comprenderá?"(Jeremías 17:9). El corazón humano está enfermo, es malvado, engañoso. Lacorrupción del corazón hace que el ser humano sea engañado respecto a lafealdad del pecado y muchas otras cosas mas.
Lanaturaleza infinita de Dios. Para entender lo que el pecado es realmentetenemos que verlo a través de los ojos de Dios. Dios es un ser infinito yeterno. Cada acto pecaminoso es cometido contra un Dios infinito y santo. Concada pecado destronamos a Dios y nos colocamos a nosotros mismos por encima deÉl. En cada pecado se encierra esta cuestión: "¿Cuál es la voluntad acumplirse, la de Dios o la del hombre? Mediante el pecado, el hombre coloca suvoluntad por encima de la del Señor, de tal modo que pone a Dios como basurabajo sus pies". Un solo acto pecaminoso cometido contra un Dios santo einfinito merece castigo infinito. Es un mal infinito ofender a un Diosinfinito, incluso una sola vez.
La justiciadivina. Un solo pecado contra Dios obliga a Dios a vindicar su nombre y sujusticia mediante un castigo tan completo como sea debido. Dios puede y quierevindicar su justicia. Lo promete en Romanos 12:19, donde se dice: "Amados,nunca os venguéis vosotros mismos, sino dar lugar a la ira de Dios, porqueescrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor". Uno de lospredicadores más grandes que jamás haya existido, Jonathan Edwards, escribió:"La gloria de Dios es el mayor bien; es el fin supremo de la creación, esde más importancia que cualquier otra cosa. Pero hay un modo mediante el cualDios se glorificará a si mismo, a saber, la destrucción eterna de los impíos,que glorificará Su justicia. Entonces se presentará como un gobernador justo deeste mundo. La justicia vindicativa de Dios se presentará estricta, puntual,asombrosa, terrible y por tanto gloriosa".
UNA DESCRIPCIÓN DEL INFIERNO
El infiernoes un horno de fuego inextinguible, un lugar de tormento eterno, donde susvíctimas son atormentadas tanto en sus cuerpos como en su mentes, conforme asus naturalezas pecadoras, los pecados actuales cometidos y la cantidad de luzespiritual ofrecida y rechazada por ellos. El infierno es un lugar de donde lamisericordia y la bondad de Dios han sido retiradas; donde la ira de Dios esrevelada como un fuego consumidor, terrorífico; donde los impíos viven con susvicios sin poder realizarlos en un tormento sin fin.
En Mateo13:47-50, el Señor Jesús narró una parábola sobre el juicio. En los versículo49 y 50, el Señor describe el destino de los malvados: "Así será el findel mundo; los ángeles saldrán y sacarán a los malos de entre los justos, y losarrojarán en el horno de fuego; allí será el llanto y el crujir dedientes".
Al examinarlas palabras del Señor lo primero que deberíamos notar es que el infierno sedescribe como un horno de fuego. El horno de Nabuconodosor (del que se noshabla en el Antiguo Testamento) fue calentado siete veces más de loacostumbrado y es descrito como "un horno de fuego ardiente" (Daniel3:23). Juan el Bautista hablé de "fuego inextinguible" (Lucas 3:17) yApocalipsis describe el infierno como "lago de fuego que arde conazufre" (Apocalipsis 19:20). ¿Podemos, realmente, imaginarnos el horrordel cual hablan estas palabras? Imagina cada parte de tu cuerpo expuesta alfuego al mismo tiempo, de modo que cada fibra de tu ser sienta el intensotormento de ser quemado. ¿Cuánto tiempo aguantarías semejante castigo? Cristodice que "allí será el llanto y crujir de dientes". Los impíosllorarán y crujirán los dientes al tener que soportar el dolor y el sufrimientomás intenso que jamás hayan sentido de unas llamas que les consumeconstantemente cada parte de su cuerpo. No habrá alivio.
JonathanEdwards describe en lenguaje gráfico cómo serán las llamas del infierno:"Algunos de ustedes han visto edificios incendiados; imaginen, por lotanto, cuán poca ayuda a la hora de sofocar las llamas podrían ofrecen si seencontraran en medio de tan grande y voraz fuego. Han visto a menudo una arañao cualquier otro insecto arrojado en pleno fuego y observado lo rápido quesucumbe a la fuerza de las llamas. No se presenta una larga batalla, no haylucha contra el fuego, ninguna fuerza puede oponerse al calor o escapar de él,el insecto inmediatamente se rinde y cede, el fuego toma posesión de él, yenseguida se convierte en una chispa de fuego. Aquí tenemos una pequeña imagende lo que tú serás en el infierno, a menos que te arrepientas y acudas aCristo. Consolarte a ti mismo imaginando que podrías Soportar los tormentos delinfierno tanto como puedas sería como si un gusano, a punto de ser arrojado aun horno candente, se preparara y fortaleciera a sí mismo, dispuesto a combatirlas llamas".
El infiernotambién se describe como un lugar de tinieblas. El Señor Jesús habla de uninvitado que se presentó a una boda sin traje y fue arrojado a "lastinieblas de afuera" (Mateo 22:13). judas escribe de aquellos que están enel infierno, "para quienes la oscuridad de las tinieblas ha sido reservadapara siempre" (Judas 13). Christopher Love dice en su libro Hell's Terrors(Los terrores del infierno): "La oscuridad es terrible y los seres humanosestán preparados para temer más las tinieblas que la luz: el infierno, porconsiguiente, es descrito con esta imagen terrible para hacer que los corazonestiemblen, pues se trata no solo de tinieblas, sino de la más oscura de lastinieblas".
El infiernoes comparado a Tofet en Isaías 30:33. Tofet era el lugar donde los judíosidólatras sacrificaban a sus hijos al dios pagano Moloch, arrojándolos al fuegodispuesto para ello. Día y noche se oían en ese lugar quejidos y lamentos, comodía y noche se oirán quejidos, lamentos y llanto en el infierno.
Isaíashabla de "el soplo del SEÑOR, como torrente de azufre" encendiendo elinfierno. Hay suficiente evidencia en la Escrituras para demostrar que Diosmismo será el fuego del infierno. Hebreos 12:29 dice: "Nuestro Dios esfuego consumidor". Los impíos de la tierra ignorantemente bailan dealegría cuando el predicador habla del amor y misericordia de Dios, pero no sebeneficiarán ni de lo uno ni de lo otro si no se arrepienten. Para ellos Diosserá fuego consumidor. Hebreos 10:30-31 advierte: "Pues conocemos al quedijo: Mía es la venganza, yo pagaré. Y otra vez: El Señor juzgará a su pueblo.Horrenda cosa es caer en las manos del Dios vivo!" ¡Es horrendo, terrible,caer en las manos del Dios vivo! Pecador, tú no escaparás del infierno. Diosserá tu infierno y su ira te consumirá y será derramada sobre ti todo el tiempoque El exista. "¿Quién conoce el poder de tu ira?" (Salmos 90:11).Por cuanto Dios mismo será el fuego del infierno, las palabras no puedenexpresar los terrores de los condenados al infierno. "No hay razón paratemer que, quizá, los ministros del Evangelio expongan este asunto más allá delo que realmente es; semejante posibilidad no es tan temible como sepretende... Más bien, tenemos motivos para suponer que después de haber dichotodo lo que es posible, todo lo que hemos dicho o pensado no es sino una pálidasombra de la realidad".
En Lucas16:19-26 Cristo habla de dos hombres. Uno de ellos era rico (tradicionalmenteconocido por Divas o Epulón); el otro era pobre (por nombre Lázaro). Ambosmurieron. El pobre fue llevado por ángeles al cielo y el rico fue al infierno.El rico no fue a tal lugar por ser rico, ni el pobre al cielo por ser pobre. ElSeñor muestra mediante esta historia de contrastes que nuestras circunstanciaspueden cambiar drásticamente cuando pasamos del tiempo a la eternidad. Nodebemos ser tan tontos como para pensar que porque Dios no nos haya tratadoduramente en esta vida no lo vaya a hacer después de la muerte. El lugar demorada eterna de ambos hombres fue el resultado de la condición de suscorazones delante de Dios mientras vivían en la tierra. Lázaro fue un verdaderoseguidor de Dios, no así Divas. Queremos notar cuidadosamente lo que laEscritura dice acerca de Divas y su condición, pues tenemos mucho que aprenderde él sobre el infierno.
Losversículos 23 y 24 indican que Divas estaba "en tormento". ¿Cuál esel significado de estar en tormento? Este tormento, se refiere por igual altormento padecido por el cuerpo como por el alma. Como hemos visto, el cuerpohumano será atormentado en un horno de fuego. Cada parte del cuerpo sentirá eldolor ocasionado por ese fuego. Personas con fuerte dolor de estómago puedensentir gran agonía debido a ello, pero el dolor del infierno será mucho másgrande. Se dice que a veces la muerte por cáncer causa dolor supremo en elcuerpo, pero el dolor en el infierno será peor todavía. Si tu cuerpo padecieravarios y dolorosos males al mismo tiempo, aún no comenzarías a acercarte aldolor de los condenados en el infierno.
Laconciencia del ser humano también será atormentada en el infierno. Laconciencia es el gusano que no muere, del cual habla la Escritura (Marcos 9:48;Isaías 66:24). A Divas se le dice: "recuerda que durante tu vida".Los hombres serán atormentados físicamente con un dolor intenso, pero tambiénserán atormentados por su propia memoria. Recordarán las veces que escucharonla alarma y, no haciéndole caso, se burlaron de ella. Recordarán las veces quefueron advertidos y llamados a arrepentirse, o que se les dijo que eraimposible recibir las bendiciones del cielo sin someterse a Cristo como Señor,pero no hicieron caso. Serán atormentados al ver, a distancia (tal como lo hizoDivas), las glorias del cielo y saber que están condenados para toda laeternidad. Serán atormentados por deseos insatisfechos (Divas no puede recibirni siquiera una gota de agua que refresque su lengua). Serán atormentados porel hecho de saber que nunca escaparán del infierno (a Divas se le dice:"de modo que los que quieran pasar de aquí a nosotros no puedan").Serán atormentados por los gritos, lamentos y maldiciones de los condenados asu alrededor. El tormento más cruel que un hombre pueda experimentar aquí en latierra es como la picada de una mosca comparado a los tormentos del infierno.
JonathanEdwards, en un sermón sobre El castigo futuro de los impíos, habla de cómoéstos son incapaces de encontrar un solo momento de descanso en el infierno:"No hallarán nada que alivie sus penas en el infierno. Nunca encontraránun lugar de reposo allí; ningún rincón secreto que sea más fresco que losdemás, donde puedan tener un poco de reposo, una pequeña reducción de lagravedad de su tormento. Jamás encontrarán un arroyo o fuente de agua fría enninguna parte de aquel mundo de tormento; no, ni siquiera una gota de agua quecalme sus gargantas. No tendrán compañero que les dé un mínimo de consuelo, uofrezca un mínimo bienestar. No encontrarán lugar donde puedan estar ydescansar y tomar aliento, siquiera por un minuto, porque serán atormentadoscon fuego y azufre. No tendrán descanso ni de día ni de noche por los siglos delos siglos".
LA ETERNIDAD DEL INFIERNO
El aspectomás terrorífico del infierno es el de su duración. El infierno es eterno, esdecir, para siempre, sin fin. ¿Puedes entender la eternidad? Ninguna fórmula oecuación matemática puede explicarla. Tu mente no puede concebir la eternidad,y, sin embargo, es real pesar de todo. Este solo aspecto del infierno deberíahacer que los hombres gritarán en arrepentimiento. No es extraño que losescépticos de todos los tiempos hayan atacado la naturaleza eterna delinfierno, sustituyéndola por doctrinas como la aniquilación de los incrédulos.Echemos una mirada más a las Escrituras para verificar la naturaleza eterna delinfierno y tratar de entender mejor la eternidad. Después miraremos por quétiene que ser eterno el infierno.
"Y eldiablo que los engañaba fue arrojado al lago de fuego y azufre, donde tambiénestá la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por lossiglos de los siglos" (Apocalipsis 20:10). Este versículo nos muestra conclaridad la duración del infierno. El infierno es por los siglos de los siglos.¿Podría usarse una afirmación más tajante que esta? Si el Espíritu de Diosquiso comunicar a los seres humanos la naturaleza eterna del infierno, ¿quepuede comunicar esto mejor que la expresión "por los siglos de lossiglos"? La Escritura no contiene otra mayor expresión que denoteeternidad sino "por los siglos de los siglos", porque es la mismaafirmación que se aplica a la existencia eterna de Dios mismo: "Al queestá sentado en el trono, al que vive por los siglos de los siglos"(Apocalipsis 4:9). ¿Hay quien dude de que Dios vivirá por toda la eternidad?¿Por qué, entonces, dudas que el infierno permanecerá toda la eternidad siendoque se utiliza la misma expresión para ambos?
"No esmucha la idea que podemos hacernos de esta cuestión, pero, para ayudarles en sumanera de concebirla, imagínense en medio de una hoguera o de un gran horno,donde su dolor sea mucho más grande que el ocasionado por el roce accidental deun carbón ardiendo, puesto que su calor es superior. Imaginen también que suscuerpos sean retenidos en ese lugar durante un cuarto de hora, en plenaconciencia, cuán grande el horror de entrar en semejante horno! ¡Y que largoles parecería ese cuarto de hora! Después de haberlo soportado durante unminuto, que insufrible sería pensar que todavía faltaban otros catorce. Pero,¿cuál sería el efecto producido en sus almas, si ustedes supiesen que tendríanque permanecer en ese tormento durante veinticuatro horas... o un año entero...o miles de años? Oh, entonces, cómo se hundirían sus corazones si supieran quehabrían de sufrirlo año tras año, ¡qué no habría final! Sin llegar nunca alfinal! ¡Que después de un millón de millones de siglos, su tormento no estaríamás cerca de su final que al principio, y que nunca serán liberados! Pero eltormento en el infierno será inmensamente superior a lo que esta ilustraciónrepresenta."
El SeñorJesús, describiendo el día del gran juicio final, se refiere a la separación delos impíos de los justos con estas palabras: "Y éstos irán al castigoeterno, pero los justos a la vida eterna" (Mateo 25:46). ¿Hay alguien queniegue que el cielo exista eternamente? ¿Tendrá fin algún día futuro, labendición de los justos en el cielo? Naturalmente que no; sin embargo, la mismapalabra griega empleada en este versículo para la vida eterna de los justos esla que se utiliza para el castigo eterno de los injustos. El infierno durarátanto como el cielo.
En elinfierno habrá diferentes grados de castigo determinado para cada ser humanosegún indican algunos pasajes de la Escritura. Lucas 12:47-48 dice: "Yaquel siervo
que sabíala voluntad de su señor, y que no se preparó ni obró conforme a su voluntad,recibirá muchos azotes; pero el que no la sabía, e hizo cosas que merecíancastigo, será azotado poco. A todo el que se le haya dado mucho, mucho sedemandará de él; y al que mucho le han confiado, más le exigirán". EnMateo 11:24 Cristo dice: "Os digo que en el día del juicio será mástolerable el castigo para la tierra de Sodoma que para ti". Los versículosde Mateo indican que la gente de Capernaúm recibirá mayor castigo en el día deljuicio que aquellos que vivieron en la depravada Sodoma. Los versículos deLucas hablan de una distinción en el juicio basada en la cantidad de luzrecibida: algunos recibirán muchos azotes mientras que otros recibirán pocos.
Quienescometen mayores o más pecados que otros recibirán mayor castigo en el infierno(Juan 19:11). Los hipócritas religiosos, aquellos que profesan la fe cristiana,pero no son realmente cristianos, serán más severamente castigados que el resto(Mateo 23:14-15). El Señor dijo de Judas Iscariote: "Mejor le fuera a esehombre no haber nacido" (Mateo 26:24). ¿Cómo se podrían hacer estasafirmaciones si fuera cierto que la aniquilación es lo único que hay después dela muerte? La presencia de diferentes grados de castigo sólo tiene sentido a laluz de la capacidad de sentir el castigo. ¿De qué modo puede decirse quehubiera sido mejor para Judas no haber nacido si la aniquilación es todo lo quele esperaba? La aniquilación o extinción no es castigo en absoluto.
Cada vezque el incrédulo peca aumenta el nivel de su tormento en el infierno. Lapersona que peca el doble que otra con similar luz, recibirá el doble decastigo. Cada día que el pecador continúa viviendo y respirando aquí en latierra sin arrepentirse añade a su castigo en el infierno. Romanos 2:5 dice:"Mas por causa de tu terquedad y de tu corazón no arrepentido, estásacumulando ira para ti en el día de la ira y de la revelación del justo juiciode Dios". El Señor Jesús exhortó a los justos a hacerse tesoros en elcielo antes que en la tierra. Los impíos aumentan su ira y tormento futuro enel infierno cada momento que continúan pecando. Añaden a su castigodiariamente. En el infierno los hombres desearán no haber nacido.
Charles HaddonSpurgeon dijo: "En el infierno no hay esperanza. Ni siquiera la esperanzade morir: la esperanza de ser aniquilados. ¡Están perdidos por los siglos delos siglos! En cada eslabón de la cadena del infierno está escrito: "parasiempre". En las llamas del infierno se iluminan estas palabras:"para siempre". Encima de sus cabezas ellos pueden leer: "parasiempre". Su mirada está desencajada y sus corazones dolorido con la ideade que es "para siempre". Oh, si pudiera decirles esta noche que elinfierno se apagará un día y que aquellos que están perdidos podrán ser salvos,habría una verdadera fiesta en el infierno de solo el pensarlo. Pero no puedeser; es "para siempre" que han sido arrojados a las tinieblas deafuera".
ChristopherLove emplea una ilustración para tratar de ayudarnos a entender lo quesignifica la eternidad: "Supongan que todas las montañas de la tierrafueran montañas de arena, y que más y más montañas fueran añadidas hastaalcanzar el cielo, y que un pajarito puede tomar un grano de arena cada milaños de esa gigantesca montaña. Serían necesarios innumerables millones de añosantes de que toda esa masa de arena desapareciera, y aun así este proceso detiempo llegaría a un final, y sería una dicha para el hombre si el infierno nodurara más que ese tiempo; pero esta es la miseria del hombre en el infierno,no tendrá más oportunidad de salir después de haber transcurrido millones deaños que cuando fue arrojado allí al principio; porque su tormento seprolongará por la eternidad, sin fin, por cuanto el Dios que castiga eseterno".
Anteriormenteconsideramos la necesidad del infierno o la razón de que tuviera que existir unlugar como ése. Ahora analizaremos la razón por la que el infierno no sólotiene que existir sino que debe existir eternamente. ¿Cuál es la necesidad porla que el infierno tenga que ser eterno? Son varias las respuestas que podemosexplorar brevemente.
La primerarazón a considerar es la que Christopher Love acaba de mencionar. El Dios quecondena es un Dios eterno. "La eternidad del infierno se basa en lanaturaleza de Dios".10 ¿Es eterna la Palabra de Dios? ¿Es la naturaleza deDios eterna? La Escritura dice: "Jesucristo es el mismo, ayer, hoy y porlos siglos" (Hebreos 13:8). "Esplendor y majestad es su obra, y sujusticia permanece para siempre" (Salmo 111:3). "La Palabra del Señorpermanece para siempre" (1 Pedro 1:24). Si la Palabra de Dios es eterna,si la justicia de Dios es eterna y si Dios mismo es eterno, ¿por qué, entonces,no va a ser eterna su ira también? Como eternamente existente, todos losatributos de Dios son eternos e inmutables; por consiguiente, el infierno, comoexpresión de la ira divina, debe ser eterno.
El infiernodebe ser eterno porque la justicia de Dios nunca quedaría satisfecha por elcastigo finito de los pecadores, no importa lo mucho que durara. Cristo aclaraesta cuestión cuando habla de hacer las paces con el adversario antes de ir almagistrado si no serías arrojado a la cárcel y, "Te digo que no saldrás deallí hasta que hayas pagado aun el último centavo" (Lucas 12:59). Loshombres no pueden dar nada a cambio de su pecado. Ninguna cantidad de castigoen el infierno, no importa lo mucho que dure, puede nunca expiar los pecados.Es imposible, por tanto el infierno debe ser eterno.
En tercerlugar, el infierno ha de ser eterno porque las Escrituras dicen que el gusanoque corroe la conciencia del hombre en el infierno nunca muere. "Su gusanono morirá, ni su fuego se apagará" (Isaías 66:24). Si el gusano nuncamuere, entonces aquellos que son atormentados por el gusano nunca morirán.
Por último,el infierno será eterno porque los hombres continuarán pecando en el infierno.Aumentarán y agravarán su culpabilidad allí. El infierno es un lugar donde loscondenados maldecirán a Dios y a ellos mismos, y se quejarán y lamentarán conlenguaje blasfemo de los hombres alrededor de ellos. Los malvados se aumentaránel tormento entre si, al acusarse y condenarse unos a los otros. Los hombres nose arrepentirán en el infierno porque el carácter de los pecadores no cambia.Continúan siendo pecadores todavía. Pecarán durante toda la eternidad, portanto Dios los castigará eternamente.
APLICACIÓN PARA LOS CREYENTES Y LOS NOCREYENTES
Losprofetas del Antiguo Testamento nos avisan constantemente de los peligros delinfierno: "¿Quién de nosotros habitará con el fuego consumidor? ¿Quién denosotros habitará con las llamas eternas?" (Isaías 33:14). "Enpresencia de su indignación, ¿quién resistirá? ¿Quién se mantendrá en pie anteel ardor de su ira? Su furor se derrama como fuego" (Nahúm 1:6). Pecador,¿eres tan arrogante como para pensar que puedes soportar la ira de Dios cuandosea derramada en toda su capacidad sobre ti? Es posible que pienses que elinfierno no es tan caliente como se pinta y que podrás soportarlo bastantebien. Si crees esto eres algo más que un necio. Los terrores del infierno hacenque hasta los mismos demonios tiemblen, ¿eres tú tan necio como para permanecerinmóvil ante estos o tomarlos a la ligera?
No piensesque simplemente porque vas a la iglesia, o crees en Dios, o aceptasintelectualmente las verdades del cristianismo, escaparás del infierno. Lamayoría de los que asisten a la iglesia regularmente cada semana alrededor delmundo irán al infierno. Thomas Shepard, pastor y fundador de la Universidad deHarvard (EE.UU.), escribió: "Creyentes nominales y hombres que creen sersalvos que tienen algo parecido a la fe, al pesar, al verdaderoarrepentimiento, a los buenos deseos; pero solo son imágenes; engañan a otros ya sí mismos... la mayoría de los que viven en la iglesia perecerán".
Tú, quedices ser cristiano pero que no lees mucho la Biblia y oras poco: ¿cómo piensasescapar del castigo del infierno? Tú, que no te preocupas mucho de los pequeñospecados ni de los pensamientos vanos y sucios que te pasan por la mente: ¿estáspreparado para ir al infierno? Tú, que piensas que el reino de Dios consiste enuna confesión verbal de fe en Cristo o aceptación intelectual de que Jesúsmurió por tus pecados, pero que no te interesas por llevar una vida santa,piadosa, ni dedicar algún pensamiento a Dios durante la semana: ¿estáspreparado para soportar los tormentos del infierno, día y noche, por los siglosde los siglos? Deberías estarlo, pues si estas cosas son ciertas de ti, estásen camino derecho al infierno, a menos que te arrepientas. ¡No te engañes a timismo! El cristianismo no consiste en palabras o afirmaciones piadosas ocreencias intelectuales, sino en un corazón nuevo y una nueva vida apartada delpecado y dedicada a la gloria de Dios. Si tu corazón y tu vida no han sidocambiados por Dios, aún estás en tus pecados. Si estás viviendo en abiertadesobediencia a la Palabra de Dios y eres indiferente a ello, no tienes ningúnderecho a creer que vas a ir al cielo, por el contrario, estás en camino delinfierno. Arrepiéntete de todos tus pecados y vuélvete a Jesucristo y ríndete aél como Señor. Presta atención a las palabras de Cristo: "Si tu ojo te esocasión de pecar, arráncatelo y échalo de ti. Te es mejor entrar en la vida conun ojo, que teniendo dos ojos, ser echado en el infierno de fuego" (Mateo18:9). "Nada menos que el negarse por completo a uno mismo, abandonar elídolo más acariciado, abandonar el hábito pecaminoso más acariciado-figurativamente representado como cortar la mano o arrancar un ojo- es lo queCristo exige de todo aquel que quiere tener comunión con él". Recuerda quela dificultad que conlleva abandonar todo por Cristo no es nada comparada conpasar toda la eternidad en el infierno.
No creo quenadie se espante por la idea de ir al cielo, pero sí de ir al infierno, de talmodo que pudiera comenzar a buscar a Dios de todo corazón y a implorar lamisericordia divina. El ser humano está en el borde mismo del abismo delinfierno, pronto a caer precipitado en él, y aún así, completamenteinconsciente de semejante peligro. Si oír hablar del infierno puede conseguirque personas insensibles a su real situación consideren las verdades eternas,entonces, predicar sobre el infierno es bastante beneficioso. Es mejor considerarahora el infierno, mientras vivas; y ser aterrorizado por esto, que no tenerque soportarlo luego.
No quisieraque estuvieras más atemorizado del infierno como de pecar. El pecado es tu realenemigo. El pecado es peor que el infierno porque el pecado dio a luz elinfierno. ¿Estás dispuesto a ir al infierno por toda la eternidad a cambio deunos cuantos placeres y lujuria aquí en la tierra? ¡Huye del pecado! Deja devivir para el yo y la auto gratificación y acude a Jesucristo. Cuando muerasserá demasiado tarde. Toda oportunidad de arrepentimiento se limita a la vidaen la tierra.
Estadoctrina es tan beneficiosa para el justo como para el injusto. La doctrina delinfierno debería llevar al justo a temer a Dios. Un temor santo es útil demuchas maneras. Aquel que teme a Dios en su corazón tiene un mayor respeto porlos mandamientos de Dios. Quien realmente teme a Dios no temerá a los hombres ypreferirá enemistarse con los hombres que con Dios (Isaías 8:12-13). Estadoctrina debería aumentar la fidelidad y el gozo del justo en Cristo, puestoque ha sido salvado de los tormentos del infierno y, del mismo modo, deberíaaumentar su amor por Cristo que soportó la ira de Dios en la cruz en su lugar.
La doctrinadel infierno tendría que producir en ti temor al pecado. Tendría que hacer quetemieras hasta los pecados más pequeños y ser diligente de confesarlos, tantode corazón como de pensamiento y vida. Deja que la doctrina del infierno teguarde de practicar el pecado.
La doctrinadel infierno debería ayudar al creyente a ser paciente en los días deaflicción. No importa lo grande que sean tus tribulaciones en este mundo, sonmucho más pequeñas que los tormentos del infierno, de los cuales el Señor hasalvado a los santos. Puede que tengas que atravesar tormentos menores en estemundo, pero recuerda que son meramente temporales y que has sido liberado delmás grande de todos ellos de modo que puedas regocijarte aún en el tiempo de laaflicción.
Estadoctrina ayuda a motivarte a testificar a otros de Cristo y su mensaje. ErylDavies escribió en su libro The Wrath of God (La ira de Dios): "Laeternidad de los sufrimientos del infierno deberían hacernos más celosos yprontos a hablar a la gente del único que puede salvarles. ¿Rehuimos declararestas solemnes verdades? ¿Nos disgusta la idea del infierno? Recuerda que Diosserá glorificado incluso por medio de los castigos eternos de los incrédulos enel infierno. Su majestad ofendida será vindicada... Lo que es supremo en elpropósito de Dios a la hora de elegir y reprobar a los hombres es su propiagloria, y el infierno también glorificará su justicia, su poder y su ira portoda la eternidad. Mientras tanto es nuestra responsabilidad orar y procurar lasalvación de los pecadores antes que castigo tan horrendo caiga sobreellos".
No puedoterminar sin una palabra final dirigida a aquellos que se creen convertidospero que no lo están, y también para aquellos que saben que no estánconvertidos. ¿Puedes concebir la eternidad? Detente un momento y trata deimaginar ser atormentado incesantemente, para siempre, sin final. ¿Esto no teaterroriza? Jamás una oportunidad de descanso; o una gota de agua fría querefresque la garganta. Piensa de nuevo la duración de la eternidad. Trata deimaginártela: día y noche, por los siglos de los siglos, ardiendo con fuegocomo una araña en una hoguera. Gritos, lamentos, dolor, maldiciendo el día dehaber nacido; y siendo maldecido eternamente por los demonios y condenadosalrededor. Recordando, siempre recordando las veces que fuiste advertido en latierra y cómo ignoraste todos aquellos avisos: autosatisfecho y auto engañado,creyendo que todo estaba bien con tu alma. La mujer de Job le dijo a éste quemaldijera a Dios y muriera. A no ser que te arrepientas y vayas a Cristo, quienes tu única esperanza, serás maldito por Dios y eternamente atormentado por Élen su presencia, en la terrible plenitud de su ira, sin que nunca puedas morir.Nunca morirás. ¡Tú no morirás jamás! ¡La eternidad es para siempre!Autor:William C. NicholsFuentes:Central de Sermones

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