A muchas empresas les resulta realmente complicado lanzar y publicitar sus productos de manera adecuada. En el panorama publicitario y medial actual hay mucha competitividad y a veces es dificil llegar al cliente.
Un servidor se aburre soberanamente de la cantidad de publicidad que se encuentra tanto en la televisión, la radio como en Internet. Es agobiante la cantidad de anuncios que uno tiene que soportar y hay veces que hasta no merece la pena continuar viendo el programa que se estaba viendo.
La publicidad actual aburre y no llega al receptor, al potencial cliente. ¿Cómo podemos hacerla más eficaz? Según el libro 'Marketing in the Groundswell' hay que guiar al cliente hacia un embudo dividido en siete partes o etapas: (1ª) o vista; (2ª) o consciencia; (3ª) Consideration o consideración; (4º) Preference o preferencia; (5ª) o acción; (6ª) o fidelización y (7ª) o compradores.
La mayoría de los mensajes publicitarios llegan a la consciencia del usuario, pero no van más allá porque las empresas prefieren 'gritar' a los consumidores en vez de entablar una conversación con ellos. Por lo tanto, el cliente se pierde a la hora de elegir el producto o servicio en las diferentes preferencias: El mensaje no llega correctamente al receptor.
¿Por qué no 'gritar' con la publicidad? Enfoquémonos en el ejemplo de Apple, una empresa que apenas hace publicidad de sus productos (comparada con otras de su sector) y que sabe lo que sus clientes aprecian: diseño, calidad, exclusividad... Apple ha optado por hablar con los clientes en vez de gritarlos. Apple ha evitado bombardear al usuario con excesiva publicidad apostando por el cliente como su arma principal. Apple fideliza a sus clientes ofreciéndoles productos que satisfacen sus necesidades y éstos a su vez recomiendan a sus amigos y demás contactos los productos de Apple gracias al 'boca-a-boca'.
Otro interesante ejemplo es el de la empresa de impresoras Brother que ofrece a los usuarios que escriban una opinión o experiencia sobre algún producto suyo explicando porqué comprarlo o porqué lo compraron. La mejor respuesta es premiada con un iPad. ¿Acaso esto no es hablar con el cliente? ¿Acaso no es una nueva forma de conocer al cliente y sus preferencias?
La publicidad es conversación, pero sin gritar.
Está claro que la publicidad tradicional no está muerta, pero las tendencias cambian y ahora el consumidor demanda un trato mucho más personalizado.