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Las cremas faciales no se han de cambiar a tontas a locas, aunque esto no quiera decir, ni mucho menos, que se deban utilizar siempre las mismas.
Es un tópico pensar que si la piel se acostumbra a un determinado producto dejara de ser efectivo.
Puede ocurrir lo contrario, ó sea, que, tras un periodo de utilización, se intensifique su efecto beneficioso.
Será la propia piel quien reclamará el cambio a causa de diferentes motivos, como por ejemplo la edad, los cambios ambientales, etc.

Es tópica también la confusión que existe a la hora de distinguir entre un producto antiarrugas y otro anti edad.
La misión del primero consiste en un combate feroz contra ellas, mientras que la del anti edad se centra en luchar contra la flacidez y la falta de firmeza.
Y n hay que caer en el tópico de creer que todos los productos de belleza tienen idéntica caducidad.
Los tónicos con alcohol son los que menos se estropean, en tanto que los maquillajes son los que más.
