Mi hija Daniela tiene 21 meses, es una niña despierta y encantadora. A pesar de que tiene varios juguetes modernos y lindos, a su edad el juego imaginativo es el que más llama su atención.
Uno de sus pasatiempos favoritos es pintar o colorear. Aunque yo también comparto esa afición desde muy pequeña, he redescubierto el gusto por los colores y los dibujos sencillos gracias a ella. En medio de un día atareado, atendiendo la casa, preparando la comida y cuidando de ella y su hermano, unos minutos sentada en el suelo pintando y haciendo garabatos termina siendo el espacio relajante que necesitaba.
A raíz de esto, me puse a meditar cuales son los juegos o pasatiempos que pueden dar un espacio de relajación a las mamis. Acá se los cuento y se los recomiendo, no solo por el dulce gusto de compartirlos con nuestros hijos, sino porque son como un oasis, en medio de la rutina del día a día.
1. Pintar o colorear, ya sea con crayolas, colores, acuarelas o hasta con las manos, esta actividad se lleva el primer puesto. No importa cómo, basta empeño y delicadeza, para que esta actividad se vuelva una terapia ocupacional.
2. Bailar y cantar, mi favorito. Me encanta porque no solo me dibuja siempre una sonrisa, sino porque permite liberar energía positiva y quemar, de paso, unas cuantas calorías.
3. Contar un cuento. Pero no debe ser un cuento que leamos en un libro, ni alguno que recordemos de nuestra infancia, el reto es que sea una historia inventada por nosotros. Si incluimos como personajes a los miembros de la familia, en situaciones que los niños puedan reconocer y asociar, es mejor, retamos nuestra mente y motivamos su imaginación.
Las tres actividades exigen mucha concentración y la necesidad de enfocarse en una sola cosa a la vez. Esto hace que nuestra mente se despeje por unos minutos. Según el artículo "El Mito de las multitareas" publicado este mes en la revista Selecciones, los investigadores afirman que concentrarse en una sola cosa a la vez es más productivo, y mejor para nuestra salud y seguridad.
Sabemos que, en la práctica, las mamas siempre tendremos miles de cosas por hacer. La clave está en priorizar actividades, no exponer nuestra seguridad ni la de nuestra familia (como quienes manejan y se maquillan a la vez) y organizar bien nuestra agenda (dejando espacio para el ocio y unos segundos para nosotras mismas).
Pero, si no tenemos tiempo para ese minuto relajante, tomando un cafecito con las amigas o leyendo un buen libro, que mejor que sacar provecho de esos momentos de juego de la mano de nuestros hijos.