Revista Libros
Nover, no oír, no decir (Mizaru, Kikazaru, Iwazaru),parecen ser las nuevas consignas de este PSOE condenado a largos años detravesía del desierto. Han azuzado la jauría sobre Rodríguez Ibarra por afirmaruna obviedad como que Chacón es Zapaterocon faldas, y todos los apóstoles de la corrección política de su partido,que son legión, clamaban por hacer sangre en el maltrecho cuerpo del extremeño.Noen vano, ya afirmamos aquíque la ex ministra estaba en el cargo por reunir los únicos méritos de sermujer, joven y catalana, las tres minorías más de moda en el partido desde que ZP purgase a buena parte de lavieja guardia felipista, a la quepertenecía el superviviente Rubalcaba.Parecía seguro que esta políticavacua y estridente, que hace del hecho de pertenecer a las tres minorías antescitadas su única razón de ser, acabase saliendo ungida del congreso sevillano,tanto como que no sobreviviera a la más que probable derrota en las próximas citaselectorales a causa de la nefanda memoria que han dejado impresa en el subconsciente colectivo los dosgobiernos Zapatero, a los que no hemos de olvidar perteneció tanto comoRubalcaba.Todas estas seguridades sedesvanecen y es Rubalcaba quien sale victorioso de Andalucía, algosorprendente, sí, pero no podemos ignorar que a los congresistas les han dado aelegir entre lo malo y lo peor, o entre dos presentaciones de un mismo plato,aunque a mí me gustaría imaginar que la causa han sido los gritos de Ibarra, elúnico que se atrevió a denunciar la desnudez del emperador.Hagan su trabajo, podencos,y arrójense sobre los dirigentes populares, que no han de faltarle pantorrillasque morder entre cargos nacionales, municipales y autonómicos, incluso sobrelos que se atrevieron a manifestar públicamente su apoyo a Chacón. Esosí, No arremetan Uds. contra Ibarra. Admito que a menudo abusa de la demagogiay en demasiadas ocasiones se parece a ese Sénecade bar que no falta en cada pueblo, que sobre todo dicta sentencia y sientacátedra, si bien es uno de los escasos políticos que transmite sinceridad y elúnico que nos divierte sin excepción.