Revista Salud y Bienestar
El melanoma: tumor ocular primario más
frecuente en adultos. Se localiza comúnmente en la coroidea, pero puede
aparecer en la conjuntiva y en otros tejidos intraoculares. - El
retinoblastoma: tumor ocular maligno más común en la infancia, es muy agresivo
y su diagnóstico es vital para tratarlo tempranamente. - El hemangioma de
coroides: tumor benigno (sin riesgo de metástasis) pero se desarrolla de forma
muy rápida y agresiva suponiendo un riesgo para la visión al amenazar el nervio
óptico (transmisor de las imágenes de la retina al cerebro) y la mácula (zona
central de la retina que permite la visión de detalle). Algunos tumores
pueden ser congénitos como el 50 % de los retinoblastomas, de carácter
hereditario, otros de carácter metástasicos producidos por el cáncer de mama,
pulmón, próstata, estomago o riñón, algunos pueden estar asociados a un
síndrome y otros son neo mutaciones llamados “inespecíficos”. Para el
diagnóstico de los tumores intraoculares el estudio más frecuente es el examen
oftalmológico, el eco ocular así como las tomografías (tac), resonancias
magnéticas (RM) y la UBM (ultrabiomicroscopia), para luego realizar el
tratamiento adecuado, dependiendo del tipo de tumor que se le haya diagnosticado
a la persona. Los tratamientos comprenden técnicas de láser, y radioterapia
local así como las nuevas opciones quirúrgicas selectivas y de mínima incisión
logran do un elevado índice de éxito, para el melanoma de coroides se
recomienda braquiterapia (placa radioactiva de rutenio o yodo, que se sitúa
durante unos días en la zona tumoral) y en el hemangioma coroideo con terapia
fotodinámica. Cuando el tumor se trata de retinoblastoma, el tratamiento tomar
es de quimioterapias con laser y crioterapia.