Cada año se diagnostican en España 2.650 casos de cáncer renal (más de 1.400 en hombres y el resto en mujeres), patología cuya incidencia a nivel mundial se sitúa entre 2,4 y 6 casos por cada 100.000 habitantes.
"La incidencia de este tipo de tumor está aumentando en los últimos años entre un 7,5 y un 10% anualmente, principalmente por los avances diagnósticos y por la longevidad de la población", señala el Dr. José Luis González Larriba, Jefe de Sección de Oncología Médica del Hospital Clínico San Carlos de Madrid y Profesor Titular de la Universidad Complutense.
En la última década, el conocimiento de los factores moleculares, genéticos y angiogénicos en la génesis del cáncer renal ha permitido cambiar su pronóstico y la actitud terapéutica.
Con el objetivo de analizar estos avances, en el marco del Congreso de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), desarrollado en Málaga, se celebró el Simposio ‘Avanzando desde los estándares hacia nuevos conceptos en el abordaje del Cáncer de Células renales metastático (CCRm)’, con la colaboración de GlaxoSmithKline (GSK).
"Cada día conocemos mejor los mecanismos implicados y sus distintos pasos en la proliferación y proceso de diseminación de esta neoplasia", señala el Dr. González Larriba. Esto ha permitido desarrollar distintos agentes, fundamentalmente dirigidos contra estos mecanismos, como los inhibidores de tirosin-kinasa de los receptores angiogénicos celulares y los inhibidores de mTOR.
"Asimismo –añade este experto-, recientemente disponemos de fármacos que optimizan la relación beneficio/toxicidad, como pazopanib, que logra una alta eficacia, con beneficio clínico en más del 75% de los pacientes, prolongando el tiempo hasta la progresión de la enfermedad y la supervivencia de los pacientes, a la vez que presenta una reducida toxicidad y excelente tolerancia del mismo".
En este sentido, diversos ensayos clínicos en los que se analizaba pazopanib comparado con placebo, han demostrado que este nuevo tratamiento tiene una importante eficacia y con la misma calidad de vida que los pacientes que reciben placebo, "lo que es sinónimo de escasos y pequeña relevancia de los efectos secundarios", afirma el Dr. González Larriba.
En la misma línea se expresa el Dr. Joaquim Bellmunt, oncólogo del Hospital del Mar de Barcelona, moderador del simposio y también ponente de la charla ‘¿Cómo podemos integrar las nuevas terapias en la práctica clínica diaria?’
Según explica este experto, "recientemente se han publicado los resultados del uso de pazopanib en primera y segunda línea, que demuestran un nivel de eficacia, en términos de supervivencia libre de enfermedad, similar al de otros tratamientos de primera línea -en pacientes de buen pronóstico y pronóstico intermedio-, con un adecuado perfil de tolerabilidad para el paciente".
En la actualidad, están en marcha estudios adicionales con pazopanib como el Comparz, (que evalúa la eficacia, tolerabilidad y supervivencia libre de progresión) o el PISCES (que analizará el grado de aceptación por parte del paciente de pazopanib como opción terapéutica en primera línea). Tal y como subraya el Dr. Bellmunt "es importante saber cuál es el nivel de tolerabilidad de cada tratamiento, porque se trata de pacientes a los que se les prolonga la supervivencia libre de progresión y en estos casos, resulta fundamental la tolerancia que muestran a estos tratamientos".
Pazopanib ha sido recientemente aprobado por las autoridades reguladoras sanitarias españolas como una nueva opción terapéutica para los pacientes con cáncer de células renales avanzado. Este nuevo tratamiento oral ha demostrado su eficacia en reducir el tamaño del tumor y retrasar la progresión de la enfermedad, sin presentar diferencias clínicamente importantes en la calidad de vida con respecto a placebo. Su eficacia y su buen perfil de tolerabilidad sitúan a pazopanib como un importante avance para estos pacientes.
-Estudio de determinantes moleculares o genómicos
Actualmente todos los estudios en marcha con nuevos agentes terapéuticos llevan asociado el estudio de determinantes moleculares o genómicos que permitan optimizar estas terapias, así como el poder predecir que pacientes deben continuar o no con un fármaco determinado.
En este sentido, el Dr. Bellmunt afirma que "según datos recientes, el perfil genómico intrínseco de genes de nuestra línea germinal puede predecir la respuesta a estos fármacos. Diversos estudios de mutaciones de genes reguladores de la angiogénesis demuestran que la presencia o no de determinadas mutaciones en un pequeño nucleótido predicen la probabilidad de que un paciente pueda responder o no a un tratamiento antiangiogénico. No hablamos de características del tumor, sino de mutaciones intrínsecas en el ADN del paciente que condicionan respuesta o toxicidad".
"Esperamos que en un futuro los estudios de biomarcadores, proteínas implicadas en la aparición y progresión del tumor, o de determinados polimorfismos genéticos, nos ayuden también a seleccionar estos pacientes, así como la mejor secuencia de administración de los distintos agentes, permitiendo una mayor y mejor supervivencia de nuestros pacientes con cáncer renal metastático", concluye el Dr. González Larriba.
-Diagnóstico y síntomas en el cáncer renal
Aproximadamente, la tercera parte de los casos de cáncer renal presentan enfermedad metastásica en el diagnóstico inicial, un 25% enfermedad locorregional y entre el 40 y 45% estadio localizado y, por tanto, resecable al inicio. La tercera parte de los tumores localmente avanzados y localizados resecables van a recaer a lo largo de la evolución, por lo que alrededor del 60% de todos los cánceres de riñón van a presentar enfermedad metastásica en algún momento de su evolución.
Los síntomas iniciales clásicos en el cáncer renal son presencia de dolor lumbar, masa abdominal palpable y hematuria, sin embargo, con frecuencia solo aparece hematuria o molestias lumbares, observándose en las pruebas de imagen la presencia de una masa sólida renal. En este sentido, este experto apunta que "cada vez con más frecuencia vemos pacientes asintomáticos en los que aparece o se diagnóstica el cáncer renal de una forma casual al hacer pruebas de imagen para estudiar cualquier otra patología no relacionada".
Aunque puede aparecer a cualquier edad, este tumor es más frecuente a los 50 - 60 años de edad. La relación hombre/mujer es de 1,6, lo que supone que la incidencia es casi el doble en varones que en mujeres.