Lecturas buenas y malas (Renacimiento, 2014) es otro estupendo libro de García Martín. 75 detalladas reseñas sobre diaristas, poetas, libera de ensayo y memorias. Pocas sobre novelas. El autor, siempre interesante y raramente aburrido exhibe el ancho mar de sus intereses, la vastedad de sus lecturas, muchas en torno al mundo del libro. Sus piezas son más historias que reseñas y con frecuencia resulta, lo tiene a gala, provocador. Para él no hay jerarquías. Dice, siempre que puede, lo que nadie dice. Un mal libro puede ser una lectura apasionante ( Preston sobre el rey Juan Carlos) / Faciolince, El olvido que seremos / El enigma Luis Cernuda / Huidobro, Gabriela Mistral y Elena Garro / Gabriel Pozo y Lorca (Ruiz Alonso) / Laforet y la falta de talento / el manual de literatura de Mañas encargado por Ariel / el caso José Antonio Fortes contra García Montero / Uriarte, Trapiello, Barrero, Malpartida / la vida de Hellen Keller / Malaparte / D'Ors, Sánchez Rosillo, Juaristi, Botas, Trapiello... Si no podemos ni acercarnos a leer todo lo que lee García Martín, es más asequible hacernos con sus resúmenes y jugosos comentarios. NOTABLE.
El célebre libro de Boccaccio recoge 100 historias que se cuentan diez jóvenes entre sí a razón de diez por día. Ellos y ellas deciden combatir así unas jornadas de espera y aburrimiento durante la peste en Florencia (S. XIV). No me parece un libro ni interesante ni recomendable. La lujuria es el interés principal de los personajes, y esto los convierte en unos seres pequeños, planos y chatos que despiertan compasión. "El amor es ingenioso" lo traducen en la capacidad de engañar parar lograr el placer que se desea. No importa que el otro o la otra estén casados o sean personas entregadas a Dios. La mujer especialmente es presentada como un ser principalmente libidinoso y sensual. APROBADO.
Este único libro de Méndez fue premio de la Crítica y Nacional de narrativa (póstumo) y además vendió 250.000 ejemplares. Trabajo primoroso de impecable composición. Oídas las historias parecen aún mejores que leídas. Se nota mejor el ritmo y el cuidado de la prosa. Un oficial del ejército fascista que se rinde a los republicanos cuando las tropas nacionales están entrando en Madrid. El desgarrado diario íntimo de un poeta, con su mujer y bebé muertos. Un mentiroso alargando la ejecución de su condena. El final desolador de un hombre encerrado en un armario que defiende a su mujer de un diácono lujurioso. Se hace hincapié en la brutalidad del bando nacional y se aprovecha para denigrar en lo posible a la iglesia católica. Un libro crudo sobre la locura de la guerra, cuatro derrotas de gente vencida. BIEN.Voces detenidas (2004) recoge aforismos de Dionisia García (1929, Albacete). Predominan las obviedades y todo expresado de forma sencilla y escasamente literaria. Algunos temas recurrentes son el silencio, el tiempo y la muerte. El libro se estructura en cuatro capítulos en torno al libro, el hombre, la escritura y el final de la vida. Cuesta entender que se publiquen frases como estas: "Respetémonos, o el caos se avecina" o "Somos agua, pero menos claros". De vez en cuando algo valioso: "No desfallezcamos. El mundo sigue siendo hermoso por la otra cara". APROBADO.
En El equilibrista, Aforismos y microensayos (2005) reúne Neuman pensamientos sobre el hombre, el arte y la escritura. Contrastes, definiciones, hallazgos con gracia, abundante relativismo y una brevedad estupenda. Se nos muestra ocurrente pero menos brillante que el diccionario posterior. Lo mejor los miniensayos finales: su poética, el silencio, la alegría, la experiencia, el realismo, el malditismo, las generaciones, terminar un libro. Un botón: diferencia tres tipos de lector, el cultural (estar al día, enterarse, informarse. Acumulativo), el intelectual (analiza, compara. Tampoco modifica el libro) y el artístico (intuición, memoria, creación. Completa y salva el libro). BIEN.En La abolición del hombre Lewis aborda la cuestión de los principios básicos de la razón práctica. Sostiene que existen valores absolutos externos al hombre y lo defiende con inteligencia y sentido positivo. Como todos sus textos, hay que leerlo con atención pues hay poca paja. Intenta evitar (no por oposición sino para ampliar el alcance de su postulado) el recurso argumentativo a la trascendencia. Muy recomendable, como todos sus ensayos. BIEN.