- Realismo radical: como Platón pensaba, los universales son seres reales, anteriores a las cosas (universalia ante rem). Su existencia es previa y anterior a las cosas. Sólo así podemos entender la relación de los conceptos con las cosas particulares. Son reales pero no en el sentido material. Se considera realismo absoluto cuando niega que las cosas puedan existir de alguna manera, como copia o degradación de las ideas; se le llama exagerado cuando si admite una aproximación de las cosas a los universales.
- Realismo moderado: de acuerdo con Aristóteles, los particulares son reales, pero universales son sus esencias, es decir, tan reales como las cosas, son sus esencias, están en ellas (universalia in re). Podría ser compatible con la idea de que en Dios residen los arquetipos de las cosas, en una existencia incorpórea (realismo agustiano).
- Conceptualismo: los universales son conceptos, ideas en nuestra mente, que aplicamos a las cosas de la misma clase. Existen en nuestra mente. Es afín al realismo agustiniano (es una forma de existencia similar a la de los universales en la mente de Dios).
- Nominalismo: es un conceptualismo radical, es decir, sostiene que los universales sólo son palabras (flatus voci) que se refieren a ideas que hay en nuestra mente, son abstracciones. A esta postura también se le llama terminismo. En este sentido, los universales no existen, no son reales, sólo son signos orales, palabras que se refieren a conceptos elaborados por la razón, que a su vez remiten a cosas que se parecen entre sí, los particulares (universalia post rem). Tampoco existen en las cosas ni en otro mundo. Sus principales exponentes son Abelardo, Roscelin y Ockham.
o Nominalismo moderado: sólo existen las entidades concretas, las abstractas no existen.o Nominalismo exagerado: no existen las entidades abstractas ni los conceptos, que sólo son nombres para designar a las entidades comunes concretas.oNominalismo absoluto: los términos usados para designar cosas concretas también son concretos, no son abstracciones.