Un cambio de paradigma que, de cara a los usuarios, obliga a introducir productos de movilidad y métodos de pago más flexibles, mejorando la integración de las aplicaciones de movilidad como servicio (MaaS - Mobility as a service) y la omnicanalidad en los procesos de compra y pago, proporcionando a las empresas soluciones escalables para hacer frente a las complejidades de un sistema bancario fragmentado, tanto dentro como fuera de Europa.
El auge del teletrabajo ha alterado los hábitos de desplazamiento, sin embargo, se mantienen los modelos de pago en el transporte, que no se han adaptado a las necesidades cambiantes de los viajeros. Antes de la pandemia, el 60% de los trabajadores de la UE nunca había trabajado desde casa, hoy el 66% trabaja en remoto más de una vez por semana.
Muchos usuarios han abandonado los planes de abono mensual o anual de movilidad urbana y optan por productos de movilidad alternativos, como abonos de 10 o 20 viajes al mes. Por su parte, el open payment, asociado a un tope semanal o mensual, es ideal para los viajeros que se desplazan un par de días a la semana, frente al anticuado y poco flexible abono de temporada. Con estas nuevas opciones, surgen nuevos retos de pago. En paralelo, el aumento de las opciones de movilidad sostenible - carsharing, bicis y patinetes eléctricos - obliga a mejorar la movilidad urbana e interurbana y la experiencia de los usuarios.
Los sistemas de pago digitales ofrecen una mejor experiencia, sin colas. Del mismo modo, los procesos de pago rápido permiten a los viajeros acceder rápidamente a trenes, autobuses o metros. Al mismo tiempo, los sistemas de pago inteligentes proporcionan métodos de recarga fáciles de usar, permitiendo pagar el viaje en cualquier momento y lugar, incluso en línea y a través de dispositivos inteligentes.
Ecosistema de pago integrado
Para maximizar la diversidad de opciones de pago, los sistemas de transporte público deben establecer un ecosistema totalmente integrado que permita a los pasajeros utilizar diferentes métodos de pago con facilidad y que, a la vez, optimizan sus flujos de ingresos con tarifas de transacción reducidas.
Con este objetivo en mente, los operadores de transporte deben dar prioridad a las soluciones de pago centradas en el cliente, con múltiples opciones de pago, independientemente de si el cliente se encuentra en un terminal desatendido o interactuando con un revisor a través de un dispositivo inteligente.
Soluciones que cubran todo el espectro de pagos, incluidos terminales, pasarelas en línea, servicios omnicanal y adquirencia comercial, que den respuesta a las necesidades actuales y futuras, como los métodos de pago alternativos (APM), los pagos biométricos y los pagos basados en cuentas.
La adopción de los APM no sólo simplifica las transacciones, sino que abre una puerta a un "tesoro" de datos, perspectivas y análisis a los operadores de transporte. Datos que revelan información muy valiosa sobre horas punta, rutas más frecuentadas y tendencias en el uso de las tarifas que, combinados con datos complementarios sobre movilidad, ayudan a definir rutas, horarios y servicios más eficientes.
Nuevo papel de los proveedores de servicios de pago
Este ecosistema de pago integrado debe estar apoyado y reforzado por los proveedores de servicios de pago que, además de garantizar la seguridad de los datos y procesos y los cumplimientos normativos, aporten servicios de valor añadido como la conversión dinámica de divisas (DCC) o plataformas de adquirencia paneuropeas, con procesos de calidad integrados e informes completos. Las complejidades crecientes del sector requieren soluciones "todo en uno" que cubran las transacciones en línea, en la taquilla, a bordo y el servicio posventa.
En última instancia, los proveedores de servicios de pago se configuran como el socio necesario de los proveedores de servicios ferroviarios, urbanos y digitales, así como los integradores de billetes y las autoridades de tránsito, garantizando a los operadores de transporte una solución extremo a extremo sin interrupciones, desde la aceptación del pago hasta la adquirencia comercial. La experiencia de pago es un punto clave de contacto con el viajero y debe garantizar un encuentro positivo e inolvidable.