No puedo evitar comenzar esta reseña sonriendo porque si hace unos días os recomendaba, aunque no fuese imprescindible, leer una serie de libros en orden ahora estoy aquí dispuesta a hablaros de la tercera entrega de una serie cuyos dos primeros libros no he leído. Hoy os hablo de Los usurpadores.
Sinopsis
A punto de concluir el mandato del presidente Prida, se desencadena una feroz lucha entre los tres candidatos al puesto. Los aspirantes mueven fi cha, pero si bien las estrategias políticas y sociales deberían ser el límite, uno de ellos, un militar fanático arropado por algunos compañeros, traspasa todas las líneas rojas orquestando una masacre en la Feria del Libro de Guadalajara con el objetivo de desestabilizar el país.De nuevo Los Azules, el grupo de amigos de la infancia que ocupan cargos de poder, serán parte involucrada en la trama tratando de averiguar quién está detrás del atentado y qué relación guarda éste con el tenista de élite Sergio Franco, a quien un sicario ha tratado de asesinar.
Mi opinión
La sucesión del presidente de México, próximo a acabar su mandato, es el detonante para que sus posibles sucesores comiencen una encarnizada lucha por el poder. Cada cual con las armas que mejor los definen se pasearán por las páginas de Los usurpadores enundespliegue de relaciones políticas en las que hay cabida para todo salvo para el juego limpio. La novela comienza con un brutal atentando en la ceremonia de inauguración de la Feria del Libro de Guadalajara para rápidamente dar marcha atrás y situarnos unos meses antes de tan trágico suceso y conocer cómo comenzó la partida y cuáles son los jugadores.Utiliza el autor a lo largo de la novela un símil tenístico que servirá no solo para nombrar con gran acierto a los distintos bloques en los que se divide la lectura, sino para crear imágenes en el lector ya que abundan las comparaciones entre el juego y la situación política, sin olvidar que algunos de sus personajes son grandes aficionados a este deporte e incluso se dedican al ejercicio profesional del mismo. Como amante del tenis este es un aspecto que me ha agradado porque francamente nunca me hubiera parado a establecer ciertos paralelismos que me han resultado muy acertados.
No suelen gustarme ni los thrillers políticos ni las teorías conspiranoicas y estos son justamente los dos ingredientes principales de Los usurpadores, una novela que he disfrutado y que ha despertado en mí las ganas de conocer un poco más, con las anteriores entregas, a esos cuatros amigos que desde la adolescencia se hacen llamar Los Azules. Amelia, Tomás, Jaime y Mario nos servirán de guías en estepaseo por la corrupción y la falta de escrúpulosque no se detiene ante nada para conseguir sus objetivos. Amelia es periodista y tras un pasado político ha fundadoLa Pizarra, líder en la prensa digital de México; Tomás también es periodista y dirigeEl Mundo, uno de los grandes periódicos del país; Jaime es el propietario de Lemlock, principal empresa de seguridad de Latinoamérica; y Mario es profesor universitario, el único de los cuatro amigos con menos o ninguna relevancia ni política ni social. De hecho, es el personaje en el que menos se detiene el autor de modo que su relevancia en la novela tampoco es llamativa y su perfil resulta un tanto anodino en comparación con la riqueza que presenta el dibujo de sus tres compañeros, todos ellospersonajes perfilados con esmeroque podrán gustar más o menos al lector, con los que se empatizará o no, pero a los que sin duda alguna conoceremos y reconoceremos como personas reales con sus claroscuros.
Del mismo modo que Jorge Zepeda dibuja con riqueza a Los Azules, salvo en el caso de Mario,el autor se detiene en crear perfiles reconocibles y realistaspara el resto de personajes de Los usurpadores, tantos que nombrarlos a todos haría eterna esta reseña de una novela que tiene tanto de thriller político como de novela coral, pero entre los que no puedo dejar de destacar a Gamudio, asesor de uno de los aspirantes, un hombre un tanto anodino que por miedo y por mantener su lugar está dispuesto a cosas que jamás habría imaginado y a Sergio Franco, tenista profesional que nos dejará reflexiones muy interesantes sobre la vida en general a través de esos numerosos símiles tenísticos de los que antes os hablaba.
A través de un narrador omnisciente que dependiendo del capítulo enfoca la narración desde el punto de vista de un personaje distinto, el autortraslada con realismo la vida política del país, las miserias y la amoralidad que imperan en el sistemay traza una trama bien armada en la que narración y diálogo se encuentran equilibrados de forma que la lectura es ágil y fluida llegando hacia el final a resultar realmente trepidante.Luchas de poder, engaño, muerte, traición…son las armas de una novela narrada con un estilo directo en la que el autor hace gala de un buen manejo del tempo narrativo.
Y sí, como os decía al principio se trata de la tercera entrega de una serie en la que las dos primeras fueron Los corruptores y Milena o el fémur más bello del mundo, pero os aseguro que se puede leer de forma totalmente independiente ya que aunque comparten todas ellas protagonistas las tramas no están relacionadas y a lo largo de la lectura se dan las claves suficientes para que conozcamos lo necesario sobre el pasado de Los Azules.
En definitiva, Los usurpadores me ha resultado una novela ágil y entretenida.Una novela muy bien escrita que paseará al lector por los entresijos más sucios de la política y la corrupción. Una novela inquietante que hará plantear al lector hasta dónde están dispuestas a llegar algunas personas por alcanzar el poder. Un primer acercamiento a un autor al que sin duda volveré a leer.