Tras un año empresarialmente convulso para la firma catalana, adquirida recientemente por los Grupos Damm y Cobega, Cacaolat se enfrenta a su nueva etapa con optimismo e ilusión. Las nuevas oficinas de Cacaolat en Barcelona, situadas en una nave existente con paredes de obra, estructura metálica y techos con cerchas metálicas vistas, han sido diseñadas por estudio Pilar Líbano y Jaume Pons Arquitectura de forma que trasladaran los valores de la empresa al interiorismo.
Pasen y vean la nueva Cacaolat.
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Para ello, se ha guardado una coherencia y se han creado espacios comunes y zonas privadas tratadas con el mismo rigor y materiales, unificando el concepto y dando la sensación de ser una oficina abierta. “Todos los espacios guardan una coherencia, no existen espacios excesivamente llamativos sobre otros”.
La premisa de utilizar materiales ecológicos y de bajo coste llevó a la utilización de materiales como el hierro, cristal, madera de OSB, pavimentos técnicos y planchas metálicas de mini onda perforadas para el tratamiento acústico de toda la nave a base de fonoabsorbencia interior.
Formada por espacios polivalentes, muy visuales entre ellos pero con materiales cálidos y envolventes, la nave se distribuye en despachos que son pequeñas cajas de OSB exentas de la estructura, que van jugando entre ellas distribuyendo las diferentes zonas.
La combinación de materiales, el espacio y la propuesta formal de distribución de las diferentes zonas según el estudio de necesidades dio lugar de este modo a espacios con coherencia estética y funcional entre ellos: una nave antigua con un concepto nuevo, un espacio que no pierde el sabor industrial pero tratado de una manera simple, fresca y sin perder la idea de calidez.
Todo el mobiliario blanco se refleja en los suelos metálicos pulidos. Y la transparencia de las mamparas de hierro favorece el diálogo con el exterior, así como la aportación de luz natural a todos los espacios.