Revista Videojuegos

Los veinticinco años de Blizzard (I)

Publicado el 25 febrero 2016 por Ludopharmacos @ludopharmacos

Hace unos días atrás, Blizzard, una de las más grandes y maravillosas empresas de videojuegos, cumplió 25 años. Me enteré medio de refilón, más de rebote que por andar informado: como todos saben, el staff de Ludopharmacos se caracteriza por un desapego total hacia las redes sociales y canales oficiales de información, hecho por el cual siempre llegamos tarde a todos lados y nunca dejamos de hablar de cosas viejas. Esto es, por supuesto, algo necesario para mantener un sitio de esta índole.

Pero no quiero irme por las ramas, como siempre. Hace un tiempo hable de Blizzard, pero en aquel entonces estaba atravesando una etapa difícil de mi vida: malas decisiones, desengaños, desencuentros, cortes de luz y malos trabajos me obligaban a beber tres litros diarios de baratisimas cervezas Biecker. Eso y otros tantos flagelos más influyeron en ese extraño y estrambótico posteo.

Por eso que ahora, al enterarme de esta increíble noticia, me veo obligado a realizar otro posteo, otra semblanza sobre la increíble Blizzard y sus merecidos 25 años de éxito rotundo en el mundo de los jueguitos.

Los comienzos

7e88dfd8-96bc-4c00-8d2d-a2b693645829  En el año 91′ tres universitarios recién graduados de la UCLA se encontraban con ganas de probar suerte con eso de los jueguitos, fundando así Silicon & Synapse. Se quisieron hacer los piolas intelectuales: Silicon aludía al silicio, componente fundamental de los microprocesadores, y Synapse, refería a la sinapsis que permiten a las neuronas de nuestro cerebro comunicarse entre ellas, posibilitando que pensemos, escribamos en Ludopharmacos y juguemos jueguitos.

La empresa debuta ese mismo año y lazan su primer videojuego, bajo el abrigo de Interplay: el RPM Racing para la SNES. De esta forma entran al mercado de lo’ jueguito siendo, cuentan las malas lenguas, el primer juego americano desarrollado para la consola de Nintendo. Tenia absoluto desconocimiento de este titulo hasta que empece con esta semblanza pero al ver el gameplay uno se de cuenta de que estamos ante un proto-Rock and Roll Racing. Los autos son muy parecidos y la mecánica de juego es casi igual.

LostVikings-logo

Al año siguiente sale quizás uno de los títulos por los que la empresa realmente comenzó a tomar notoriedad. Nunca se me dió por jugarlo aunque siempre tuve presente su nombre: The Lost Vikings. Cierta estética e impronta comienza a aparecer: medievalismo, enanos barbudos con espadas y escudos… la empresa quizás sin saberlo se iba acercando a lo que luego sería su destino definitivo.

Pero todavía faltaba. Todos sabemos ya cuál es el próximo éxito de la empresa. Para el momento en que Silicon & Synapse largaban The Lost Vikings contaban con tan solo 20 empleados, piensen que una inmobiliaria con tres o cuatro oficina puede tener esa cantidad de gente, ganar más guita y solamente dedicarse a estafar gente.

Sin embargo, lo que hizo la empresa en sus inicios no fue desarrollar tantos juegos, sino crear ports. En el 92′ crean los ports para Amiga del Battle Chess, Battle Chess II, J.R.R. Tolkien’s The Lord of the Ring, Vol I y para Macintohs el Lexi-Cross y Dvorak on Typing.

El año 93′ es el momento más maravilloso para la empresa porque, como todos saben, sale el:

ROCK AND ROLL RACING

Los veinticinco años de Blizzard (I)

¿Qué decir de esta increíble obra maestra del arte digital videojueguil? Difícil es hablar de uno de los más maravillosos títulos que los 90′ nos dejó y que sin saberlo marcó, a mi entender, el destino de la empresa. El Rock’n’ Roll salió en el 93 para la SNES y la Sega, con pocas diferencias entre ambas consolas. Las malas lenguas dicen que en la SNES Paranoid, Highway Star y los riff metaleros sonaban mejor (hace un tiemplo hablamos de Tim Follin,el creador de la música), pero nosotros sinceramente creemos que esas son habladurías de guitudos que tenían la SNES y no la Sega como nosotros, que eramos unos pobres diablos sin un cobre partido al medio. Quizás resulte extraño pero en aquel entonces, como recordaran, los juegos se alquilaban en videoclubes porque salían muy caros. Hoy también salen fortunas pero como la industria se expandio, los padres compran las consolas no solo para sus hijos sino también para usarlas ellas y muchas veces los pibes son la escusa perfecta de un padre o madre vicioso que necesita saciar su ansiedad, como mi persona en el verano del 95′, en el cual me encontré alquilando el Rock’n’Roll Racing durante aproximadamente dos meses y medio, jugándole hasta ganarlo de todas las formas posibles.

En el Rock’n’roll la futura Blizzard crea su propio destino, como dije, sin saberlo. Es con este juego donde crean el mejor modo cooperativo para un juego de 16 bits. El concepto será pulido y mejorado con los subsisguientes títulos que sacase al mercado. Paradójicamente de tanto mejorar el modo multiplayer fueron, quizás, grandes responsables de la absurda estupidez de llevar el modo online a absolutamente cualquier tipo de juego.

La etapa como Silicon & Synapse termina brevemente. Son comprados por una empresa llamada Davidson & Associates, se cambian el nombre a Chaos Studios pero descubren que ya existía, y pasan a llamarse, al fin:

BLIZZARD

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La historia de quién es dueño de Blizzard es compleja. Los de Davidson son adquiridos por una tal CUC International, junto con la totalidad de Sierra On-line; a su vez, los CUC se fusionan con una empresa hotelera, HFS Corporation formando la Cendant Corporation. En el 98 se descubre que CUC hizo algún tipo de fraude financiero y las acciones de Cendan pierden un 80% de valor: la empresa vende sus negocios de  software, que incluyen a Sierra On-Line y Blizzard, que son comprados por la francesa Havas, que a su vez es comprada por Vivendi Games en el 2006. Finalmente, esta ultima se fusiona con Activision, formándose así Activision Blizzard.

Entonces, en el 94′, llamándose ya Blizzard, publican otros dos juegos más para SNES/Sega: el Black Thorne y el Death and Return of Superman. Del segundo diremos solamente que es un beat’em’up de Superman y del primero que tiene mucho de la estética del Rock’n’roll racing y ciertos enemigos muy similares a los famosos Orcos que veremos rápidamente, pues salía el más glorioso RTS de todos los tiempos, el

Warcraft: Orcs&Humans

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Luego de lanzar tantos juegos para consolas, Juan Carlos Blizzard agarró a sus desarrolladores y les dijo:

Me tienen las bolas por el piso todas esas empresas parásitas que distribuyen los juegos que nosotros creamos. Nos roban la guita y solamente ponen el nombre y dos o tres camiones para llevar los cartuchos a los videoclubes de barrio. Hagamos un juego de la san puta que se venda como pan caliente así no tenemos que depender nunca más de todas esas lacras.

Con tan solo una plantilla de 25 empleados Blizzard crea una de las joyas más maravillosas que el mundo de los RTS nos podía brindar. Aquellos que venían siguiendo la carrera de estos muchachos bien podrían darse cuenta que gran parte de la estética y temática que venían generando toma una forma definitiva en el Warcraft.warcraft humans briefings

Para el momento en que salió, el RTS de referencia era, sin lugar a dudas, el Dune II tanto en su versión de PC como las increíbles adaptaciones hechas para Sega y SNES. Sin embargo, dicho juego era ya un tanto vetusto para la época: hablamos de un juego en el que no se podían seleccionar más de una unidad a la vez, hecho por el cual había que recurrir al ingenio criollo; hacer que una unidad siga a la otra y así todo el día.

Pero eso no era lo único que tenía de especial dicho juego. A diferencia del Dune, que se enmarcaba en un universo de Sci-fi delimitado, en cierto sentido, por la obra literaria de Frank Herbert, en Warcraft se estaba creando un universo, uno del tipo Fantasía y Espada, que luego sería explotado,ampliado y usufructuado a niveles jamás imaginados. Hasta el momento, ningún RTS se había plantado de la manera en que lo hizo Blizzard con esta entrega.

AzerothWC1

Westwood había marcado el camino de los RTS modernos y Blizzard lo amplió sentando definitivamente las bases del género. Tanto Dune II como Warcraft: Orcs & Humans son los padres indiscutibles de los juegos de estrategia en tiempo real. Warcraft innovo en muchas cosas: un universo propio, rico y ampliable, unidades más diferenciadas, gráficos y sonidos alucinantes (cada unidad poseía una voz propia), misiones que iban más allá de destruir todo (romper determinadas bases, matar o rescatar unidades especificas,etc), el famoso modo skirmish que nos permitía jugar partidas de singleplayer más allá de la campaña, en mapas generados de forma aleatoria de acuerdo a los patrones que asignábamos, cinemáticas excelentemente logradas, una geografía propia y, por supuesto, un énfasis en la posibilidad del modo multiplayer, teniendo la opción de partidas LAN o vía modems.

Noten el final donde dice: “WELCOME TO THE WORLD OF WARCRAFT”, Blizzard siempre adelantándose a ellos mismos.

De esta primer entrega tengo los más gratos recuerdos. Con apenas unos 6 años ya me encontraba yo repartiendo hachazos por todo Azeroth, amasijando cuanto humanos se me cruzasen e invocando todos los daemons que pudiera. Dichas unidades eran bestiales e increíblemente llamativas para un simple niño con problemas de ansiedad. Imaginen ustedes lo que podía sentir mi persona cuando de pronto se veía a si mismo como el comandante en jefe de una legión de gigantescos demonios alados armados con espadas inmensas, brutos y repugnante orcos blandiendo hachas y sanguinarios trolls que disparan cientos de lanzas por minuto…

Fue realmente a partir de este titulo que Blizzard surge como una empresa alucinante. El juego se vende increíblemente bien, se lleva todos los aplausos de la critica y gana unos cuantos premios de la industria. Todos se quedaron fascinados del mundo de fantasía, de los colores oscuros y la violencia extrema, alabando también la intrigante historia que, aunque parezca raro, fue escrita sin demasiada organización: imaginamos que nadie en Blizzard creería todo el fenomeno que luego surgiría.

Esto es todo lo que vamos a decir por hoy. Hablar de Blizzard es hablar de la mejor empresa del universo y habrá una segunda y quizás también tercera parte, un poco para tener más posts y otro poco para que esta entrada no sea infinitamente larga y no la termine nunca de publicar.

Hasta luego,

Esteban.


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