Revista Cine
Tengo que reconocer que me gustan mucho menos los westerns realizados en la década de los años 70 que los de las décadas anteriores. Aunque si por algo es recordado este western es por la presencia de uno de los mejores actores de la historia del cine, estoy hablando del gran William Holden.
William Holden es el protagonista absoluto de este western
Este western con un maduro William Holden, ya se ve en él la estética de los westerns que triunfaban en Europa (spaguetti-western) y el nuevo estilo que estaba impulsando Sam Peckinpah, siendo unos westerns más violentos y menos románticos, donde los protagonistas ya no son los héroes sin fisuras que nos tenían acostumbrados.
El western en la década de los años 70 ha cambiado
Un western que sigue la estela del éxito de “Grupo Salvaje” de San Peckinpah (tres años después), por eso repite con sus dos protagonistas William Holden y Ernest Borgnine, aunque también tiene ciertas analogías con un bélico que me gusta especialmente como es “El 12 del patíbulo” de Robert Aldrich.
William Holden y Ernest Borgnine coincidirian tres años después de Grupo Salvaje
Un western dirigido por Daniel Mann, un director que se quedó en un simple artesano, con un puñado de películas interesantes, pero que le faltó subir un escalón para ser más reconocido y valorado, sus mejores películas fueron: “Flint, agente secreto (1966)”, “El tercer hombre era mujer” (1961), “Una mujer marcada” (1960), “La casa de té de la luna de agosto” (1956), “La rosa tatuada” (1955) y “Mañana lloraré” (1955).
Daniel Mann con su actriz fetiche Susan Hayward
El argumento es muy sencillo, una venganza (muy semejante al gran personaje de Eastwood Josey Welles en “El fuera de la ley”). La familia de John Benedict (William Holden), un pacífico ranchero, ha sido masacrada por un grupo de comanches a las órdenes de un blanco renegado. Ansioso de venganza, saca de la cárcel a seis hombres para que le ayuden a capturar al asesino.
Los vengadores
“Sacó seis hombres del infierno, y un infierno dejaron como rastro”
Los westerns de la década de los años 70 son muy violentos, y como muestra el descubrimiento del cadáver de su hijo colgado de una viga.
Un western muy violento
Me gusta mucho el reclutamiento de los asesinos y bandidos reclutados por William Holden para cumplir su venganza, los recluta de una cárcel excavada en la mitad de la roca, gobernada por un comandante mexicano corrupto que usa a los presos como esclavos en venta.
Otro grupo salvaje
William Holden recluta a desertores, asesinos, ladrones, camorristas, ladrones de ganado para su misión imposible, rufianes de distintas nacionalidades formado por: alemanes, franceses, mexicanos y americanos. Al igual que una película que “12 del patíbulo”, William Holden ya tiene a su seis del patíbulo.
Los seis del patíbulo
Quizás este western hubiese dado más de sí, con otro director como: Aldrich, Peckinpah o Mann, el problema es que decae en parte de su metraje y tiene una bajada de ritmo hacia la mitad de la película, que recupera en un buen final. Otro de sus problemas es el desperdicio y la falta de minutos a personajes secundarios que le hubiesen dado más empaque a la película: Ernest Borgnine, Woody Strode y sobre todo Susan Hayward en uno de sus últimos papeles, y a pesar de sus pocos minutos en la película es de lo mejor de ella.
Ernest Borgnine y Woody Strode son unos excelentes secundarios
William Holden fue uno de esos héroes del oeste que se ganaba al espectador a pesar de no estar en el lado correcto de la ley, y resulta que ya avanzó este personaje de John Benedict, en otros dos estupendos westerns donde los héroes no actuaban del lado de la justicia como son: “Alvarez Kelly” y liderando el “Grupo salvaje”.
Holden lidera el grupo de los vengadores
Lo mejor de la película es la relación entre Benedict y su banda de forajidos (hombres sin principios), en los cuales encuentra el medio de lograr su venganza, siguen a su líder sin saber la razón de el por qué luchan a su lado, quizás porque nunca se han sentido participes de nada, nadie les ha necesitado, y encuentran en la venganza de Holden, un motivo para seguir viviendo, y quizás encuentran en él al padre que siempre han querido tener. Son una extraña familia, que se necesitan y se extrañan. El querer formar parte de algo, les hacen seguir a su líder y luchar en batallas que nos les importan para nada. La búsqueda del comanchero tuerto será el leitmotiv de sus vidas.
“He seguido a este hombre sin hacer preguntas, y ahora que lo pienso, no tengo las respuestas”. Woody Strode es el primero que sigue a William Holden
También destacar la última actuación en el cine de una de mis actrices favoritas Susan Hayward, un breve papel donde nos demuestra lo gran actriz que era, es tan breve el papel que en principio no salía ni en los títulos de crédito.
Susan Hayward en el rodaje de Los vengadores
Aquí interpreta a una vieja enfermera que le cuida las heridas a Holden producidas por el disparo de uno de sus hombres, una breve historia de amor maduro, donde el corazón de un viejo vaquero consumido por la venganza se abre a una enfermera solitaria que había perdido toda la esperanza de encontrar de nuevo el amor, que le devolverá el sentido a la vida, y le devolverá a la realidad de que la venganza no es el camino de encontrar la redención. Quizás esta parte de la película no tenga mucho que ver con el resto de la misma, lo que sí es cierto, que es una historia de amor breve preciosa.
Susan Hayward demuestra su amor a William Holden
Y me gusta mucho el final, donde los protagonistas ayudan a defender un fuerte del ataque de unos comancheros, sin que haya ningún motivo para arriesgar sus vidas por una causa perdida, Holden uno de los últimos héroes románticos que nos ha dado el cine, regalándonos un final que nadie se espera, muy original y no tan típico.
Espectacular final
En resumen un western interesante con un gran reparto, que podía ser mejor, pero que no está nada mal por la fuerza de su protagonista.
“Señor Benedict creo que está usted loco”
Un western con un tono crepuscular
Preciosa historia de amor