Los vestidos palabra de honor han vuelto. Primero lo hicieron en las alfombras rojas, de las que no se fueron nunca. Y después, en las pasarelas.
Jessica Biel, de Giambattista Valli Couture
Carlota Casiraghi, de Chanel
Adèle Exarchopoulos, de Prada.
Si a las buenas celebrities que se precien, abonadas a las red carpet del mundo, les dijéramos que los vestidos palabra de honor han vuelto, probablemente nos mirarían como si acabáramos de llegar de Plutón, tras pasar una larga temporada de años plutonianos, que no terrícolas.
Alexa Chung de Nina Ricci
Lupita Nyong’o de Oscar de la Renta
Zoe Saldana, de Max Mara
Los vestidos palabra de honor nunca se han marchado del universo actrices/presentadoras USA/cantantes, pero es cierto que durante mucho tiempo han sido SOLO ellas las que los han llevado en los eventos y así las hemos visto en los photocall.
“Te doy mi palabra de honor de que no se te caerá el vestido”, le dijo la modista a la modelo, dando así nombre al escote
En la vida real, los vestidos palabra de honor no se veían tanto por las calles, con las excepciones de la moda nupcial, que está abonada a este escote desde hace tiempo.
Charo Ruiz Ibiza
Pero la cosa ha cambiado. En las pasarelas, las principales firmas los han rescatado, no solo para looks de noche, sino también de mañana, hasta darles una segunda juventud.
Erdem
Chanel/Mary Katrantzou
Nina Ricci/DelPozo
Dior
Cuenta la leyenda que lo de “palabra de honor” procede del miedo que tenía una modelo al vestir un escote de este tipo. La modista le dio su “palabra de honor” de que no se le caería.
Otros dicen que esa “palabra de honor” era la que daban los caballeros para no pisar el vestido de las damas. Pero, dado que la denominación es únicamente en castellano (en inglés se les dice “strapless”, es decir, sin tirantes), seguramente sean eso, leyendas.