Los videoclips más ridículos de los 90

Todo tiempo pasado no fue, necesariamente, mejor. De hecho, a veces cuando miramos atrás encontramos modas y estilos que hoy nos hacen reír o nos resultan ridículos. El mundo de la música no escapa a esta realidad, sobre todo los años ’90, tan cercanos y tan lejanos a la vez. Por eso, en esta ocasión os proponemos algunos de los vídeos más ridículos de aquella década. Seguramente despertarán una buena dosis de nostalgia y hasta os arrancarán alguna que otra sonrisa.

No rain, de Blind Melon. Este tema pertenece al disco “Blind Melon”, con el cual debutó la banda de rock alternativo. La inclusión de la “chica abeja” no fue una decisión muy acertada pero no nos debemos dejar engañar porque este tema es uno de los más representativos del rock alternativo de los años ’90, llegando a alcanzar un disco de platino.

Whatzupwitu, de Michael Jackson y Eddie Murphy. Casi todos los cantantes tienen una mancha negra en su historial y el Rey del Pop no es menos. Este vídeo, donde comparte protagonismo con Eddie Murphy, hizo un uso desastroso de los efectos por ordenador. Tanto es así que en 1999 la cadena MTV lo calificó como el peor vídeo musical de todos los tiempos y lo retiró de su canal.

Barbie girl, de Aqua. Esta canción de la banda noruego-danesa fue la responsable de conducirlos a los escenarios mundiales. De hecho, el tema alcanzó el primer lugar en las listas musicales de diferentes países y pasó a formar parte de la banda sonora de los años ’90. El vídeo, inspirado en los dibujos animados, no ha sido el más acertado, y más tarde la canción ha sido votada como una de las peores del pop.

Blue (da ba dee), de Eiffel 65. Este tema es uno de los más emblemáticos de la década de los ’90 y fue uno de los más bailados en las discotecas de todo el mundo. El grupo italiano logró escalar hasta el primer lugar de muchas de las listas musicales europeas y la canción fue nominada a los Premios Grammy. Sin embargo, el vídeo es harina de otro costal.

Hooked on a Feeling, de David Hasselhoff. Sin duda alguna, se trata de uno de los vídeos más ridículos de los años ’90, tanto es así que prácticamente no hay palabras para describirlo.