Mark Griffits, profesor de la Nottingham Trent University, pasó quince años realizando estudios que entregaron alentadores resultados referentes a pacientes bajo largos tratamientos contra el cáncer. Las personas mostraron valiosas mejoras en cuanto a su presión sanguínea y manifestaron menor necesidad de analgésicos si contaban con videojuegos para ayudar a manejar la ansiedad.
No obstante, tal vez en alguna ocasión tu abuela afirmó que al pasar tanto tiempo frente a esas inútiles máquinas tu cerebro se volvería una masa amorfa y que te convertirías prácticamente en un zombi.
Al parecer, no hay algo más alejado de la realidad, ya que se ha demostrado que los videojuegos hacen más que mejorar tu memoria, pues desarrollan en gran medida tus capacidades para resolver situaciones y aprender idiomas.
La Dra. Jayne Gackenbach de la Universidad Grant MacEwan, afirmó que los videojugadores tienen sueños diferentes a los de otras personas y se les facilita controlarlos. A diferencia de quienes no tocan los controles de una consola más que para limpiarlos, el videojugador confronta sus miedos en las pesadillas, algo que se debe a que están acostumbrados a enfrentarse a situaciones de riesgo y a enemigos que podrían lastimarlos (en el juego obviamente).
Nosotros los videojugadores estamos acostumbrados a lidiar con problemas y a buscar soluciones en vez de lamentarnos o caer víctimas del pánico.
Finalmente, los videojuegos también impulsan avances tecnológicos y ayudan a generar empleos; los beneficios para la sociedad, aunque no surgen directamente como resultado de jugar, en definitiva agregan un gran valor a esta industria que tanto amamos. Así que juega y diviértete sin el menor remordimiento, ya que con cada enemigo muerto, acertijo resuelto o civilización aplastada, tus habilidades aumentarán dentro y fuera de los juegos.
Fuente: Erich Cárdenas