Es importante que puedan guiar a sus hijos en la elección de juegos y videojuegos. Les cuento cómo hacerlo
Cuando mis hijos piden un videojuego para la consola, ya saben que antes de que acceda hay que hacer algunos chequeos. Ellos se defienden con toda su fuerza y dicen que sus amigos ya lo tienen, pero eso no influye en la decisión que tomamos en casa.
Es verdad que, aunque no lo quiera, cuando vayan a otras casas van a estar en contacto con juegos con los que no estoy de acuerdo. Creo que los chicos tienen que entender por qué un juego no es para su edad. Los adultos somos los responsables y les tenemos que enseñar.
Les comparto cinco tips para que vean si los juegos que les piden sus hijos son aptos para ellos. En el caso de que no lo sean, podrán decirles que no con argumentos.
1. Verificar la clasificación del juego
En la parte de atrás de las cajas -o en la descripción del juego si lo compran online- verán un cuadrado que indica la calificación del mismo:
- C: Para infancia temprana. No contiene material inapropiado de ningún tipo. Recomendado a partir de los tres años.
- E: Todo público. Puede llegar a tener fantasía, violencia leve y algo de vocabulario inadecuado. Recomendado a partir de los seis años.
- E 10+: A partir de 10 años. La fantasía, violencia o lenguaje inapropiado es mayor que en el anterior, aunque se sigue considerando leve.
- T: Teen: A partir de los 13 años. Puede contener escenas violentas, humor vulgar, temas sugerentes, violencia y escenas sangrientas.
- M: Más de 17 años. En estos juegos la violencia es mayor, puede haber escenas sangrientas, lenguaje inapropiado y contenido sexual.
- Solo adultos: juegos para mayores de 18 que definitivamente no son para niños.