- ¿Me llamas a tu despacho para felicitarme por el programa de anoche?
- No, ese es un tema menor.
- ¿Un tema menor? Seguro que nadie esperaba que el batería dijese semejantes cosas del que fue líder de su grupo durante tantos años. Tendrías que ver la cara de espanto del biógrafo que trajimos al programa, cuando el viejo contó que el genio era un hijo de mala madre, que los extorsionaba para ponerse un pico y luego les dejaba tirados en los conciertos, que no les pagaba sus derechos y que siendo un trabajo de todos, el tipo se apropiaba de las aportaciones de sus propios músicos.
- Nada nuevo. Ahora sé hacen documentales y series para enseñarnos la cara malvada de los grandes ídolos populares, seguramente porque la masa necesita focalizar en ellos sus propias frustraciones. Sabiendo que eran imperfectos, en algún caso auténticos hijos de puta, los sienten más cercanos, no tan divinos de la muerte. Además el tuyo no deja de ser un programa de radio.
- Un programa de radio con más de 40 años de historia y de gran audiencia.
- Lástima que se haya acabado.
- ¿Qué?
- El de ayer fue tu último programa. Llegó tu hora, según el convenio colectivo te toca jubilarte. La semana que viene te sustituirá gente nueva.
- ¿Y me lo dices ahora de sopetón, sin avisarme?
- Debías de preocuparte por esas cosas y no vivir como un topo, escondido entre tus discos.
- ¿Me va a sustituir alguno de tus jóvenes amiguetes con alguno de esos programas intercambiables e indistinguibles? ¿Uno de esos programas banales que tratan a los jóvenes como capullos descerebrados y aderezan todo con música de mierda?
- No te excites, solo queremos atender las demandas de un gran sector de público joven, la mayor parte del cual pertenece a las generaciones Z y millenial, hiperconectados a las redes sociales y con un fuerte arraigo a las últimas tendencias. La música es un complemento más de su día a día y en ella encuentran un elemento identificador para expresar su personalidad, especialmente en el género urbano ya que no existe una barrera idiomática.
- La música será un complemento, pero no escuchan la radio, es demasiado sofisticada para sus oídos machacados ¿Además, qué coño es el género urbano?
- Esperaba otra cosa de ti. Es la música que recurre y mezcla sonidos, texturas y ritmos característicos de géneros tradicionales como son el r&b, soul y hip-hop, así como el reggaetón, dance hall, mombathón, bachata, latin dance, old school, dembow o el trap.
- Un coctel vomitivo, vaya. Te estás cargando el espíritu de esta emisora. Un referente histórico cuando se trata de hablar de pop, rock, soul, jazz, folk, electrónica, músicas del mundo etc...
- Música para viejos. Música para gente instalada en el búnker de la memoria y los recuerdos. Queremos gente nueva en los dos lados de las ondas. No necesitamos oyentes ancianos. Nos sobran los viejos boomers que tocaban y tocan la guitarra con el palo de una escoba pensando que son Jimi Hendrix o Jeff Beck y que de vez en cuando pasan con nostalgia un trapo por los viejos vinilos de las estanterías.
- Tú eres un boomer como nosotros y ahora actúas como el típico converso fanático por miedo a perder la onda de la actualidad. Aunque a lo mejor, lo haces por interés. Quizás te interesa eliminar a aquellos que brillan más que tú y pueden hacerte sombra.
- Aquí tienes el convenio. Tengo la legalidad de mi parte y poder para decidir lo que quiero.
- Mientras tanto nos jodes a los demás y conviertes esta emisora en una de esas basuras cutres que aterrorizan el dial.
- Es lo que hay. Cuando empezó el rock and roll, muchos de los locutores tradicionales dedicados a la copla o a la música melódica pusieron el grito en el cielo.
- ¿Crees eso? No es lo mismo. Ahora nos están vendiendo mierda adulterada. Gente que no canta y si lo hace, se vale de máquinas que falsifican la voz. Gente que recita de forma cansina y chulesca. Con letras cutres y en argot barriobajero para demostrar que están con los de abajo y que juegan a la provocación canalla. Usan golpes percusivos repetitivos y abusan del sampleado. No hay estructura musical, ni armonías, ni belleza en las formas. Ni siquiera hay una expresión emocional al que agarrarse. Todo es burdo, primitivo y simplón. Aquí te pillo, aquí te mato. Todo con falsos aires latinos. El punk era provocador y primitivo, pero era emocional y dinámico.
- Vale y con todo eso, ellos vienen y tú te vas.
- Montaré un podcast y veré como te estrellas cuando quedes sin oyentes, mamón. Por cierto, siendo boomer ¿te acuerdas del comediscos?
- Me suena.
- Un tocata vintage, para fardar en la playa y en los guateques.
- ¿Qué me quieres decir?
- Voy a usarlo contigo. Empleando el disco que me regaló el viejo batería con grabaciones inéditas de su grupo. Haré que lo tragues. Simplificándola al maximo, modernizará esta tecnología y hasta diría que la humaniza poniéndolo al alcance de las nuevas generaciones. Podría ser otro elemento identificador para expresar su personalidad.
- Salvaje. No lo harás. Seguridad, saquen a este viejo loco de la emisora.
- Tranquilo, me quedo con la otra copia.