En 1993 nace el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Vinos de Lanzarote con su distintivo certifica el origen y garantiza la calidad de los vinos que se producen en la Isla.
Los vinos de Lanzarote son un ejemplo de adaptación al medio
Se ha conseguido desarrollar el cultivo de la vid de una forma poco convencional y única en el mundo, superando una climatología y un suelo que hace difícil la agricultura y aprovechando al máximo los recursos disponibles para ofrecer a cada planta un espacio adecuado para su desarrollo.
La gran erupción de 1730-36 cubrió un tercio de la isla e inutilizó sus mejores zonas de cultivo. El benefactor manto de arena negra que, conjuntamente con los muros de piedra volcánica, realiza una función termorreguladora, preserva la humedad de la tierra vegetal tanto de la elevada insolación como del casi constante viento reinante. Las labores de la viña se realizan de forma enteramente manual porque el marco de plantación impide la mecanización y el riego. Proceso artesanal desde la plantación de las varas hasta la recogida de las uvas.
Lo característico de las plantacione es que ofrecen accesibilidad a los nutrientes de un suelo anterior, protección, e aislamiento térmico, captación de humedad y protección contra el viento. En definitiva multiplican la eficacia hídrica del clima lo que beneficia enormemente al cultivo.
Variedades de uva
Predomina la malvasia una variedad de uva perfectamente adaptada al medio, pequeña y de gran calidad por su equilibrio, sabor y perfume que luego traslada al vino. Es precisamente esta uva la que da el matiz al vino de Lanzarote, fundamentalmente blanco dorado.
Fotografía: Vinosybebidas.com
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