Mi último artículo para larazon.es
Ganan millones de euros pero no destacan por su trabajo de científicos, escritores, escultores, pintores, arquitectos, investigadores o astronautas. Más bien destacan por todo lo contrario, es decir, por su incultura, falta de ética y valores, caradura, mala educación, gritos y llantos insoportables. Se hacen millonarios desde la nada contando su vida y vendiéndose a cualquier precio, aun sabiendo que pueden llegar a perder su dignidad. A cambio les invitan a las fiestas, les contratan para un polígrafo, ofrecen reportajes en las revistas e incluso hacen de imagen en campañas publicitarias. Son los nuevos ciudadanos VIP, esos a los que mucha gente joven se quiere parecer, ciudadanos sin oficio pero con mucho beneficio.
Las siglas VIP en inglés significan Very Important Person (Persona Muy Importante). La expresión se emplea en diversos ámbitos para designar a personajes destacados y relevantes. Empezó a usarse entre 1927 y 1934, nació en el idioma de los emigrantes rusos (muchos de los cuales eran los aristócratas) que vivían en la República Francesa y viajaban al Reino Unido. La expresión llenaba hasta cierto grado los títulos perdidos en 1917 de los ex nobles, que les concedían el derecho de privilegios. Así ha ido evolucionando hasta nuestros días, en la que los personajes VIPS 2.0 son esos, en su mayoría, analfabetos funcionales que han hecho del morbo y de la ignorancia su medio de vida y a algunos les va pero que muy bien. Seguir leyendo...