Muchos lectores de Archivo de autos seguro tuvieron un automóvil con un volante Sandrini. Porque, tal vez, lo compraron así, nuevo o usado, o porque se lo instalaron ellos mismos. Los volantes Sandrini pasaron a ser piezas muy apreciadas, y buscadas, por los amantes de los autos clásicos, claro que hablo de algo que sucede en Argentina.
Algunos modelos de automóviles argentinos trajeron volantes Sandrini de serie, en especial esos que aspiraban a ser deportivos. También lo usaron muchos automóviles fuera de serie, de los tantos que hubo en las décadas del sesenta y setenta.
Lo raro de esta publicidad es que figura el nombre del fabricante: Juan Alberto Sandrini. En el resto de las publicidades que he visto solo figura la marca Sandrini, con su característico logo oval, y el nombre de la fábrica: Borsan. En esta vieja publicidad también figura pero mal escrito: Borgsan, con una letra “G” de más.
Me tomé el trabajo de buscar en el registro de marcas y patentes a Juan Alberto Sandrini, la marca Sandrini y Borsan, todos figuran. Incluso Juan Alberto Sandrini tiene registrado un volante de seguridad en el año 1984. Diez años más tarde también figuraba inscripto en el registro de marcas y patentes.
Siempre fue una incógnita la marca, que uno rápidamente asocia al actor argentino Luis Sandrini. Ahora a la vuelta de los años descubro, gracias a una vieja publicidad quién era el verdadero fabricante. La pieza gráfica fue publicada en la revista Autoclub, la de los socios del ACA (Automóvil Club Argentino), en el número 29 de los meses de junio y julio de 1966.
Por lo poco que pude averiguar la empresa tenía dos o tres años de vida en 1966. Era una época donde ponerle un volante deportivo a un automóvil de fabricación nacional lo convertía en otro auto, aunque realmente no tuviera prestaciones deportivas.
Sobre este tema tratará la sección “Accesorios y algo más” este fin de semana: los accesorios deportivos. Esos que realzaban un automóvil de los años setenta o setenta. Cuando muchos de esos accesorios no eran de fábrica y ni siquiera eran un opcional disponible de adquirir en un cero kilómetro.
Seguro que muchos lectores recordarán los volantes Sandrini, o algunos otros tendrán en la actualidad un automóvil con uno de ellos. Pasaron a ser clásicos, como los autos, y encima deseados por muchos fierreros argentinos.
Mauricio UldaneEditor de Archivo de autos
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