Revista Cultura y Ocio
Termino, un poco decepcionado, el breve volumen que lleva por título Los volátiles del Beato Angélico, de Antonio Tabucchi, que traducen Javier González y Carlos Gumpert para el sello Anagrama.Estimo que la confección del tomo es muy precaria, y que los relatos en él reunidos tienen valores literarios demasiado dispares, lo que desequilibra y resta cohesión a la obra. Yo creo que son interesantes y dignos “El amor de don Pedro” (donde se nos recuerda la preciosa historia de amor entre el rey portugués y doña Inés de Castro, la orensana que fue su amante y que murió asesinada en la Quinta das Lágrimas), “La traducción” (un original cuento, muy bien planteado, en el que se describe un cuadro a una persona ciega) y, sobre todo, “Una jornada en Olimpia” (quizá el mejor del tomo, y donde se nos refiere el sueño de Píndaro, que se imagina vencedor en unas pruebas olímpicas).El resto, en mi opinión, niebla mercantil y chatarrería surrealista.