Artistas de la talla de L.A., Sex Museum, Le Punk, Crudo Pimiento, Garaje Jack, Viaje 800 o Los DelTonos demuestran con sus testimonios que labrarse una carrera es un camino lleno de rosas y de espinas. El deseo de expresarse de manera creativa y el contacto con el público durante los conciertos parecen compensar los escasos medios económicos con los que se cuenta en gran parte de las ocasiones.
Esta situación obliga a que muchos artistas ejerzan también el papel de roadies de sus conciertos, se encarguen de la promoción y tengan que buscarse un empleo complementario para llegar a fin de mes. Unos sacrificios que, unidos a las disensiones entre los miembros de una banda y la situación de la industria musical en España, han provocado que muchas formaciones acaben desapareciendo.
No obstante, el documental no se nutre solamente de las declaraciones de los protagonistas, sino que también nos ofrece la posibilidad de escuchar a los grupos en actuaciones en directo o en íntimos sets acústicos.
“Los zapatos no vuelan pretende que espectador comprenda lo que siente un músico que crea un grupo, ya sea desde el punto de vista de las relaciones personales, económicas, con sus compañeros o con las discográficas”, explica Francisco Gené Cort.