LOS ZAPATOS PLA NOS HACEN SENTIR A GUSTO
(Y NO SÓLO EN LOS PIES)
Diseño, artesanía y responsabilidad
¿Por qué Pla?
En el interior de Mallorca lejos de las zonas turísticas existe una amplia zona llana de pueblos pequeños y campos llenos de encanto, en los que la gente lleva una vida placentera, basada en las cosas sencillas. Allí es donde han nacido los Pla. Unos zapatos hechos a mano con materiales naturales, en los que conviven en perfecta armonía diseño contemporáneo, artesanía tradicional y respeto por las personas y el medio ambiente. Una propuesta realmente diferente y optimista que invita a creer que otra forma de hacer las cosas es posible.
Irene Peukes diseñadora
Irene Peukes, diseñadora de moda y zapatos, e incansable viajera, ideó estos zapatos en esa tranquilidad del Pla de Mallorca después de varios viajes a Bangladesh y Guatemala en los que pudo conocer la artesanía del yute y el bordado desde dentro, trabajando con las artesanas y vislumbrando las posibilidades de su técnica y del material.
Tramuntana
Para esta primavera-verano Pla estrena su modelo “Tramuntana” que está hecho a mano con una sola trenza de yute por artesanas de Bangladesh. El yute es un material resistente, sostenible y de vital importancia económica para muchos pequeños agricultores del país. Tanto los agricultores como las artesanas que participan en la elaboración de los Pla lo hacen a través de Cáritas Bangladesh, organización que actúa según el Código de Prácticas de Comercio Justo. Este modelo se une a los dos ya existentes “Bonanova” e “Illetes”.
Sandalia Soller
El otro lanzamiento es una sandalia con suela de madera y tiras bordadas. Las sandalias Pla embellecen el pie de forma natural y cómoda.
Sus cintas de algodón están tejidas a mano por artesanas en Guatemala, que con mucha destreza hacen realidad los diseños creados por Irene Peukes. Son cintas muy resistentes, que se adaptan al pie y en algunos de los modelos incluso pueden ajustarse manualmente para mayor comodidad. Esta sandalia se une a los modelos ya existentes “Formentor”, “Llevant” y “Deiá”.
Están organizadas en grupos de trabajo que les permiten trabajar junto a sus hijos dentro de sus propias aldeas, de tal forma que pueden aportar ingresos a sus familias compaginando el trabajo con su vida como mujeres y madres.
Su suela de madera de pino es ligera y anatómica, acompañando suavemente la pisada. Ha sido delicadamente moldeada entre la diseñadora y el experto carpintero mallorquín. Es el fruto de dos visiones complementarias que han hecho posible una suela de madera con una depurada estética y al mismo tiempo extraordinariamente confortable, a la que además se le ha añadido una base de crepe natural que aporta flexibilidad y amortiguación a cada paso.
Después los zapatos se terminan en Mallorca, donde se elaboran las suelas, que son unidas por zapateros artesanos locales, que finalizan así un proceso totalmente manual.