Revista Libros

Lose Yourself To Dance

Publicado el 29 septiembre 2018 por Barcoborracho
Hoy, en uno de los talleres que dicto en instituciones psiquiátricas, hablamos sobre el arte y la realidad. ¿Qué hace, o qué puede hacer el arte con la experiencia? Dimos muchas respuestas. Una de estas respuestas, que les quiero compartir, se puede ver en youtube. La base digamos real de la situación, el plano de la experiencia, sería "Soul Train" (1971), de Stevie Wonder. El video fue grabado en directo, en una pista de baile. La canción es maravillosa y el video absolutamente mágico: bailan entregadas a la música mujeres y hombres con movimientos extravagantes, olvidados de sí, como si se donaran. Es una experiencia de intensidad absoluta. En 2013, 42 años después, Daf Punk, o digamos el arte, saca el video de "Lose Yourself To Dance" (una de las más hermosas canciones de todos los tiempos, dicho sea de paso). Utiliza para el videoclip las imágenes de "Soul train": el baile feliz de esa gente bellísima. Pero la música es otra; es también un soul, pero un soul exageradamente cadencioso, como si tuviera la columna vertebral de gelatina, puras vértebras temblorosas. Es un soul contaminado de melancolía y tristeza, pero es también una forma de la felicidad. Y las imágenes recicladas del video de Steve Wonder se tiñen de algo inexplicable: hay un homenaje al soul, es verdad, un homenaje directo a la realidad; pero ya suena y se ve como otra cosa, una puerta abierta y vuelta a cerrar, una pérdida y una despedida. Habla de todo lo que perdemos y que de todas maneras no puede nunca pertenecernos (el dance de los 70, pongamos por caso; el baile despreocupado, etcétera; o nosotros mismos). Y nos pide que nos entreguemos a la música, pero no a la música soul, o al espíritu de los 70; sino a la música de la música; nos pide abandonar y saltar y perder. Stevie Wonder: https://www.youtube.com/watch?v=7SUEyf_2fbo
Daft Punk: https://www.youtube.com/watch?v=TBXv37PFcAQ&feature=youtu.be

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