
En un principio cuando sacaron a la luz su primer single como presentación del disco. Lo dejaron un tanto frío, con una canción que no tendría mucho fuelle. Pero poniéndolo desde un principio a escuchar. Te sumerges en una verdadera obra de lo macabro. Con un Lou Reed recitando y el propio grupo de Metallica visualizando riff oscuros. Muy dados a la escuela de Tony Iommi en Black Sabbath. Con temas tan dispares como es el tercero "Pumping blood", ese empiece con un violín y después cargado de riff , dejando espacios a acústicas, con un lado más macabro. En momentos me llega a recordar en algo a Pink Floyd por su forma de visionarla, o a los System of a Down, a la hora de interpretarla. Lo malo es cuando Metallica se calza su propia identidad, o Lou reed muestra su verdadera escuela de hacer su propia música, es en ese momento cuando más se ve las diferencias interpretativas entre ambos lados de la forma de componer. El álbum queda con 10 canciones, siendo la última "Junior dad" la más larga e intensa del álbum, con unos violines creando una gran atmósfera. Para un álbum donde se hablara mucho. Pero son ellos y esta es su visión, guste o no.
si eres un fan de Metallica, no encontraras un disco de Metallica, si eres de Lou Reed, encontraras a un poeta en su versión más oscura. Pero si lo que buscas es una nueva visión, sin tener nada en la mente con la que acoplarla, te llegara a sorprender.