En los días que estuve en Milán tuve la oportunidad de disfrutar de varias citas con la moda de las más interesentantes, entre ellas el encuentro con el maestro artesano de Salvatore Ferragamo, la muestra de Fratelli Rossetti y la exposición de Louis Vuitton en la Triennale.
En los años 90 Louis Vuitton decidió hacer llegar sus accesorios de viaje y sus bolsos al mundo del ready-to-wear, en el 1996 la maison celebró los 100 años de su Monogram invitando a siete diseñadores de moda (Azzedine Alaïa, Helmut Lang, Sybilla, Manolo Blahnik, Isaac Mizrahi, Romeo Gigli e Vivienne Westwood) a crear su interpretación de la icónica imagen.
Esto se puede considerar el primer paso de Louis Vuitton hacia el mundo de la moda, el éxito de la colaboración dejó claras las oportunidades y de allí surgió la colaboración en el 1998 con Marc Jacobs.Esta primera colección ready-to-wear de Louis Vuitton rápidamente fue un éxito a nivel internacional debido, a parte del prestigio del nombre de la marca, al genio de su director crativo.
Marc Jacobs con sus colleciones LV ha sabido crear una linea de moda atemporal, resultado de un mix de provocación, elegancia y estilo sin nunca dejar de respectar los históricos códigos de la firma. Ha sido como poner al día y reinterpretar los valores de la maison.