Corrían los años medios de los 90, hace ya 20 años y un poquito más, cuando en la MTV se podían ver las hazañas tontas y absurdas de un par de personajes tontos y absurdos como Beavis y Butthead. Muchas veces he pensado que estos dos fueron luego los que dieron pie a perlas como Jackass o que sirvieron de inspiración para ciertas series de dibujos animados que aparecieron a mediados de los dosmiles... Y no sería por sus grandes diálogos:
- Beavis, jeje-jeje-jeje
- Butthead, jeje-jeje-jeje
- jeje-jeje-jeje
- jeje-jeje-jeje, ¡mola!
- Beavis, jeje-jeje-jeje
- Butthead, jeje-jeje-jeje
En fin... El éxito de estos dos gañanes les llevó a tener su propia película (Beavis and Butthead Do America) que no dejaba de ser un episodio más largo de sus andanzas aunque con una banda sonora bastante mejor que en la serie (y una animación sutilmente mejor). Sus diálogos eran igual de buenos... Y tal vez la mejor publicidad que hicieron de la película (ya sabéis, a veces el trailer es mucho mejor que la película en sí) fue mediante el videoclip de los Red Hot Chili Peppers que da nombre a este artículo.
- Entiendo que ahora has llegado a donde querías llegar.
- Correcto
- Vas a hablar de cosas que suben y bajan
- No exactamente
- Casi te pillo
- Sí, me siento muy observado...
Aunque aquí el señor de asuntos internos casi me pilla, efectivamente quiero hablar de algo que una montaña rusa expresa metafóricamente de forma convincente: esos cambios rápidos en las cosas que pasan que hacen que estés pletórico de alegría y al rato hundido en la miseria.
- Igual es que eres bipolar
- Igual te planto una josconcia en la cara
- Pero porque además de bipolar eres un borde
- ...
Todo comienza un día cualquiera, donde Paco, en su labor de manager, tiene que realizar determinadas tareas administrativas relacionadas con la consecución de contrataciones de larga duración en clientes.
- Bodyshopping
- Si lo pones así de corto me sale un artículo ridículo
- No te salen ridículos por ser más o menos largos...
- También es verdad...
El caso es que Paco tiene dos oportunidades abiertas en las que colaborar con empresas más grandes que la suya y en la que ha presentado a dos candidatos totalmente válidos.
- Hola, Paco, soy el señor A.
- Hola, Señor A.
- Me parece que el candidato es válido pero su tarifa no. No te lo puedo aceptar.
- Vaya... Déjame que haga números a ver.
Mientras Paco hacía números, recibe una llamada del señor B.
- Hola, Paco, soy el señor B
- Hola, Señor B
- Me parece que el candidato es válido pero su tarifa no. No te lo puedo aceptar.
- Todo esto me suena de algo...
Efectivamente, suele pasar que al presentar a un candidato siempre hay que tratar de que sea lo más barato posible
- Señor A
- Paco...
- Aceptamos una rebaja del 10%, pero no más.
- Lo muevo internamente y te digo algo
- Perfecto
Mientras tanto, el señor B hace de las suyas...
- Paco
- Hola, Señor B
- Al final vamos a aceptar tu oferta. Tenemos necesidades urgentes y no podemos andarnos con retrasos. Habla con el candidato y que se incorpore lo antes posible.
- Genial, te digo algo.
Y no tarda mucho en recibir un mail del señor A en que finalmente aceptan.
En este momento, Paco tiene a dos candidatos colocados. El carrito de la montaña rusa ha llegado a la parte de arriba de la rampa...
- ¡Mooooooola!
Pero como este artículo va de montañas rusas, ya sabemos lo que pasará a continuación.
- Paco, soy el señor A
- Buenas noches, señor A, buenas noches, señor A...
- ¿Qué dices?
- Perdona, que se me va la pinza...
- No vamos a poder trabajar con vosotros para el candidato que me pasaste. Nos había llegado también internamente y lo gestionaremos con él nosotros directamente. Lo siento.
- Esto no será por mi coña de Bertín Osborne, ¿no?
- No, pero también.
- ¿Eh?
Y como no podía ser de otra manera, a media rampa no se puede frenar...
- Señor B, soy Paco.
- ¿Qué tal, Paco?
- Mal... Tengo malas noticias. El candidato que os pasé me acaba de comunicar que hace 2 horas que ha firmado con otra empresa, por lo que deja de estar disponible.
- Vaya... Ahora que ya teníamos el ok del cliente y todo.
- Lo siento.
- Pues sí... ¿No tendrás otro igual para mañana?
- Ehm... Me temo que no.
En este momento el carrito ya ha llegado abajo y se para por ese día. Paco ha pasado de no tener nada cerrado a tener dos cosas y a volver a no tener nada. Un movimiento bastante habitual en estos tiempos que corren en que se hace complicado y requiere de mucha agilidad el cerrar determinadas colaboraciones... Y a veces ni eso.
Tal vez sea por eso que a veces uno se siente que estas conversaciones no difieran tanto de las de Beavis y Butthead... O tal vez sí. Espero que por lo menos la montaña rusa en la que nos montamos sea la del amor, como dice la canción...
Mucho cuidado ahí fuera.