Revista Cine
Título original: Lovely Molly
Año: 2011
Duración: 99 min.
País: Estados Unidos
Director: Eduardo Sánchez
Guión: Eduardo Sánchez, Jamie Nash
Música: Tortoise
Fotografía: John W. Rutland
Reparto: Gretchen Lodge, Johnny Lewis, Alexandra Holden, Tony Ellis
Los malos recuerdos de la infancia nunca se olvidan.
Eduardo Sánchez, el director de El proyecto de la bruja de Blair, esta vez en solitario presenta, la poco evolucionada respecto a sus anteriores films, Lovely Molly, donde una pareja de recién casados se instala en la casa de la infancia de ella. A raíz de esta nueva vida en la casa, Molly comienza a recordar muchas de las cosas que le ocurrieron en su terrible infancia. La protagonista se verá cada vez más empujada por unas fuerzas maléficas que no podrá controlar.
Conflictiva cinta desde el principio al abordar demasiados datos innecesarios, llegando por momentos a confundir al no saber qué quiere explicar el guionista y director del film. Por un lado rehúsa utilizar sustos fáciles para darle un aspecto más serio a la historia y crear así un terror más psicológico, maniobra que no tiene éxito porque nunca llega a transmitir al espectador ese terror o miedo, debido a los pobres diálogos y a la poca profundidad de la trama que aborrece por momentos y nos hace pensar muy poco. Porque da las soluciones a las preguntas que se suceden a lo largo del film de manera casi inmediata. No tenemos sustos, no aterroriza y tampoco nos engancha.
El director vuelve a utilizar la cámara de video en primera persona, quizás para añadir un poco de credibilidad a la historia, pero a pesar de ser un recurso que suele funcionar en otras películas como fue el caso de La Bruja de Blair, en esta ocasión, no logra su objetivo y pasa a ser un recurso innecesario para la historia.
He de puntualizar que a pesar de no aportar nada nuevo y de tener algunos momentos flojos, es un film que se deja ver, por lo que si sois fieles al género no dejéis de verla.
Como lo más positivo, destacaría la evolución de la película que va siempre en un orden ascendente de menos a más, al igual que la degradación sufrida por la protagonista Molly (Alexandra Holden) que carga con todo el peso de la película.
Firma: Gerard FM.