La construcción de naming y el diseño de una identidad corporativa fuerte, con la necesidad de obtener un posicionamiento del que extraer lealtad para levantar una arquitectura de marca, perfecta, requiere de la implantación de procesos de marcada diferencia, en relación a los promovidos dentro de las entidades cuyo objetivo pasa por establecer una Imagen solo con dimensionalidad Corporativa.de alto impacto
Los procesos de construcción de Imagen Corporativa, implican al proyecto, en el diseño de una estructura que viva, de forma cómoda, en estructuras donde la atracción tiene, como único objetivo, el impulso de compra, dejando como puntos de apoyo fuertes, el aumento sistemático de la producción, una perfecta red de distribución y la adecuación de una fuerza de venta óptima, donde la vivencia, la interacción y el compartir experiencias mantienen un radio de acción simple que se ocupa solo de volver a encontrar una nueva oportunidad de impacto.
Vivencia y juego, desde una perspectiva corporativa, es entendido como el dibujo del campo de juego, más todas sus reglas, e interacción, como encontrar el momento justo para convencer y vender, mientras, todos los puntos de encuentro van llenándose, poco a poco, de deseos y demandas de fidelización y lealtad que este sistema no consigue satisfacer.
Los conceptos de vivenciar, interaccionar y jugar a compartir experiencias, son en si mismos un objetivo a conseguir y, a su vez, son la reclamación básica con la que las entidades corporativas son abordadas, en los puntos de encuentro. Estas deseos y demandas no proceden de un "capricho", sin sentido, de los modelos de negocio y sus comunidades.
- El modelo empresarial comprende que la estrategia de conquista encarece los costes en toda la estructura y que el retorno es demasiado efímero para no estimar la posibilidad de encontrar nuevas fórmulas que les permita permanecer.
- Las comunidades, a su vez, van acumulando experiencias positivas y negativas a lo largo del tiempo de relación, con el modelo de negocio, que le permiten establecer reflexión individual y colectiva, en función de la información y la experiencia acumulada.
Vivencia, interacción y juego, delimitan con claridad el trabajo concreto en el espacio donde la relación se alarga en el tiempo de forma indefinida de uso habitual en procesos de aprendizaje y trabajos artísticos se manifiestan como herramientas de alto valor real para implantación de procesos Branding, en la medida en que logran ser entendidos como usos y no como signos de significados poéticos útiles solo para las campañas de Imagen que no logran ser traslados como contenidos verificables a las acciones que tocarán a los grupos interesados.
Vivencia abarca todo el espectro que convertirá al Valor Funcional en una experiencia óptima, empresas con gran Valor Emocional en su haber, clarifican un camino simple donde, hasta el producto y los servicios, son acercados a los puntos de venta diseñados como el vehículo adecuado para dotarlos de detalle de belleza, con los que agradar, de la misma forma que son cuidados para ser una óptima experiencia compartida y de esta forma se garantizan que el impacto se transforme en huella donde no solo la funcionalidad es aceptable en calidad, extrayendo de la acción la posibilidad de generar vínculos correctos levantando compromiso y lealtad.
Quien establece relación, directa o indirecta, con el Valor Funcional intensifica su reflexión, en función de la vivencia acontecida, si el modelo de negocio, no aprovecha esa característica, pierde una gran oportunidad de levantar Reputación como LoveMarks y Employer Branding y no tener acceso a esa posibilidad aleja la capacidad de efectuar una interacción eficaz que permite dar respuestas satisfactorias y enriquecedoras para todos los grupos interesados, a tiempo real.