Low Cost o high price y en el medio la nada

Foto: mrpattersonsir

Los efectos de la situación económica actual están llevando a que la clase medida, mayoritaria hasta hace poco, sea cada vez más minoritaria. Eso supone que el posicionamiento estratégico de las empresas ha de cambiar hacia un modelo low cost o uno high price, porque en el medio ya no hay casi nada.

Los efectos sobre el consumo de la crisis son cada vez más evidentes. Por un lado la mayor parte de las personas ha de optar por manejar menos recursos y por eso recurren a productos o servicios cada vez más baratas. Sin embargo, en el otro extremo de la balanza, los productos de lujo disparan sus ventas. El resultado es que el posicionamiento intermedio, que antes era el más reclamado, pierde cada vez más adeptos.

Los modelos de negocio orientados a producto low cost tienen una evidente oportunidad, pero también un riesgo. Lógicamente la gente no asume que lo barato sea peor y el hecho de que sea barato no ha de suponer que sea de una evidente peor calidad. Por otro lado el que vende precio se arriesga a perder mercado en el momento en que un competidor ofrezca lo mismo más barato todavía tampoco es conveniente entrar en una guerra de precios que pueda afectar luego a la rentabilidad del negocio.

El negocio orientado al high price también requiere un nivel de exigencia mayor. Lógicamente han de ser productos de calidad; que se diferencien de la competencia, en determinadas condiciones exclusivos; donde el valor-precio ha de estar perfectamente jusitificado. Además no es fácil introducirse en ese circuito y requiere una inversión de marketing y comunicación más potente.

La dificultad de la situación a la hora de plantearse el mercado objetivo nos puede obligar a optar por uno u otro modelo, o por una linea de productos diferentes para uno y otro mercado. La cuestión es que las diferencias económicas entre las personas son cada vez mayores y eso se traslada a los negocios. Tengamos esto en cuenta.