Lucas no está pasando por su mejor momento. Su casa tampoco es ahora su mejor refugio. Necesita dinero y cuando Álvaro se acerca a él para hacerle fotos y pagarle por ellas, Lucas dice que sí.
¿Qué fácil es prejuzgar a las personas, verdad? Lucas habla de esto, entre otras muchas cosas. Lucas vive en una familia que ha sufrido una gran pérdida. Su madre no está para él y se siente solo, perdido. Necesita confiar en alguien. Y cuando aparece Álvaro, se aferra a él. Pero, ¿quién es Álvaro?
Y cuando aparece la pedofilia podemos pensar en dejar de lado a Álvaro, en rechazarle directamente. Y la vida no son blancos y negros, hay muchos grises. Y hay que dar oportunidades. Y sí, con Lucas, Alex Montoya nos presenta un personaje que a priori detestaríamos pero con el que vamos a poder empatizar.
Una historia que abre mentes, nos emociona y nos llega gracias a la buena interpretación de todo el reparto.