Lucir un cuerpo bronceado es el sueño de toda mujer, nos vemos más resplandecientes, nuestros ojos brillan más, lucimos más orgullosas esos modelitos veraniegos que tanto favorecen con las piernas bronceadas, los escotes se vuelven más sugerentes cuando nuestro bronceado es perfecto.
Pero, para lucir un bronceado perfecto, no es suficiente con pasarse horas y horas tumbadas al sol, o utilizar un bronceador con menor indice de protección, es fundamental proteger y preparar nuestra piel, por dentro y por fuera.
En primer lugar es importante utilizar un fotoprotector completo que nos mantenga a salvo de los rayos UVA, UV-B e Infrarrojo-A.
El protector solar, lo debemos utilizar durante todo el año, principalmente en ocasiones en las que vayamos a realizar actividades al aire libre.
Proteger nuestra piel del sol, es el mejor tratamiento anti-envejecimiento que podemos usar.
Pero... ¿sabemos que protector solar (FPS) es el más indicado a nuestro tipo de piel?
Lógicamente es importante conocer nuestro tipo de piel antes de comprar el bronceador, pues en gran medida, su elección, depende del índice de radiación solar al que vamos a estar expuestas y de nuestro fototipo de piel.
Usar un índice de protección muy alto tanto para niños como para personas con la piel muy clara ( 30 ó 50 ). Para pieles muy morenas o cuando estás más bronceada puedes bajar gradualmente a un FPS medio ( 15,20, ó 25 ).
¿ Como actúan los protectores solares?
Estos productos contienen unos ingredientes llamados filtros solares, los cuales actúan de manera diferente según el tipo de filtro escogido.
Filtros Físicos.- Son unos pigmentos que causan un bloqueo físico a los rayos solares, actuando como minúsculos espejos que rebotan la luz, haciendo que los rayos reboten en nuestra piel.
Filtros Químicos.- Son ingredientes que trabajan absorbiendo la energía de los rayos UV convirtiéndola en energía menos nociva, impidiendo de ésta forma que los rayos UV penetren en la piel.
Muy recomendable sería usar una crema bronceadora específica para el rostro, ya que la piel de ésta zona es más delicada, las cremas específicas para el rostro además de la protección y los agentes hidratantes propios de los bronceadores contienen ingredientes que previenen la grasa y los brillos, además de proporcionar cuidados anti envejecimiento y prevenir manchas solares.
Renueva el protector solar cada dos horas como mínimo, sobre todo después de bañarte.
Procura beber agua para hidratarte durante la exposición solar
Hay medicamentos que favorecen la aparición de manchas solares como son los anticonceptivos hormonales o algunos antiinflamatorios, si tomas medicamentos que están incluidos dentro de este rango, aunque tu piel sea morena, aumenta tu FPS y sobre todo no dejes de usar bronceadores específicos para la piel del rostro, es más fácil prevenir que curar.
Mantener una dieta rica en antioxidantes, consumiendo frutas y verduras en abundancia durante la temporada estival, ayudará a mantener el bronceado.
Y no te olvides tras cada exposición solar hidratar tu piel con un buen Aftersun, pues éstos están formulados especialmente para hidratar, nutrir, calmar y suavizar la piel después de su exposición al sol.
Para mantener e iluminar tu bronceado durante más tiempo puedes usar una Loción Corporal Iluminadora que potencia gradualmente tu bronceado además de mantener tu piel hidratada y con un suave perfume.
Utilizándola a diario tras la ducha potencia y mejora el bronceado.
Loción Corporal Iluminadora de Oriflame