Día 3: Lucerna (M. Pilatus).
1ª parte
De buena mañana, después de disfrutar de un delicioso desayuno en el hotel pusimos rumbo hacia en Monte Pilatus, nuestra siguiente parada. Esta montaña de 2132 metros tiene el honor de tener el tren cremallera más inclinado del mundo, llegando a alcanzar una pendiente máxima del 48%. El recorrido, inagurado en 1889, recorre 4618m de distancia gracias a un mecanismo de ruedas dentadas que giran de forma horizontal.Para visitar el Pilatus hay varias opciones:
- Desde Lucerna, cogiendo el autobús nº 1 en dirección Kriens hasta la parada "Linde Pilatus" y después caminando unos minutos hasta la estación valle de Kriens. Allí se toma el funicular que lleva a la cima. Luego, para bajar, se toma el tren cremallera hasta la estación de Apnachstad y finalmente se hace la vuelta a Lucerna cogiendo el barco que recorre la orilla del lago de los Cuatro Cantones, (embarcadero nº 2). Para esta opción hay que disponer de bastante tiempo ya que solo en el viaje se invierten unas dos horas y media (más el tiempo que se esté en la cima).
- Otra opción es hacer el Circuito de la Plata, el trayecto en tren que une Lucerna con la estación de Apnachstad y luego tomar el tren cremallera para subir y, o bien bajar en el dicho tren, o bajar en el funicular que va a la estación de Kriens.
- Nosotros optamos por la opción más rápida. Salir en coche desde Lucerna hacia la estación Apnachstad y hacer el recorrido de subida y bajada en el tren cremallera.
Como habíamos leído que se formaba colas kilométricas para coger el tren decidimos llegar muy pronto para evitar la espera. Sobre las 9:15 llegamos a la estación. Aparcamos en el parking (de pago) que ya empezaba a llenarse y compramos el billete en la taquilla. El viaje de ida y vuelta nos salió por 72 CHF, es decir 67 €... casi nada la broma. Estuvimos esperando unos 20 minutos entre la cola de la taquilla y la del andén. No mucho, la verdad. Os recomiendo que para la subida os pongáis en la parte de la izquierda ya que las vistas son más chulas. Durante el recorrido, de unos 30 minutos pudimos ver bosques, vacas, valles y los otros trenes que estaban subiendo por delante. Me encantó.
Una vez arriba encontramos dos hoteles y diversas cafeterías, tiendas y restaurantes. También hay varios paneles informativos que nos indican sobre las distintas rutas que se pueden hacer. Vienen clasificadas por dificultad y tiempo:
- Hotel Pilatus-Klum / Drachenweg: Dificultad fácil. 0 desnivel. 10 minutos.
- Hotel Pilatus-Klum/ Drachenweg (por Chriesiloch): Dificultad media. Desnivel 40 m. 30 minutos.
- Hotel Pilatus-Klum / Oberhaupt: Dificultad: Fácil. Desnivel: 40m. 10 minutos
- Hotel Pilatus-Klum / Esel: Dificultad: media. Desnivel: 50m. 10 minutos
- Hotel Pilatus-Klum / Tomlishorn: Dificultad media. Desnivel: 60m. Duración 35 minutos.
Nosotros optamos por esta última
opción, conocida por el Sendero de las Flores. Ésta lleva hasta el punto más alto del Pilatus, aunque no llegamos hasta el final. Si no disponéis de mucho tiempo podéis asomaros a alguno de los numerosos miradores que hay. Las vistas son espectaculares.
Aproximadamente estuvimos una hora y media en lo alto del Pilatus. A la vuelta solo hicimos una pequeña cola de 10 minutos. Los trenes de bajada iban bastante vacíos por lo que pudimos elegir asiento sin problema. A pesar de lo caro que me resultó el billete, me mereció la pena la excursión. Para los más valientes y ahorradores existe una opción de subida a pie...
Un consejo: aunque a nosotras no pilló una especie de ola de calor, la temperatura en lo alto del Pilatus suele ser bastante inferior respecto a la que hay abajo por lo que es aconsejable llevar alguna chaqueta cortavientos o algo de ropa de abrigo, incluso en verano.
Galería de imágenes.
Telecabina del Pilatus.
Vista de los lagos de Lucerna.
Vistas desde el hotel Pilatus-Kulm
Descendiendo en el tren cremallera
Vistas del descenso
Vistas desde el tren
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