Disfrutar del regreso de un Robert de Niro en estado de gracia teniendo como réplica a Sigourney Weaver es algo que no se ve todos los días. Sumadle dosis de terror, misterio, suspense y una historia que te engulle mucho antes de los créditos iniciales. Eso es Luces Rojas (Red Lights) la nueva propuesta de Rodrigo Cortés (su anterior hazaña era un deseo popular : enterrar vivo a Ryan Reynolds )Rodada entre Toronto y Barcelona (afortunados aquellos que lo visteis en un restaurante cuyo nombre no quiero acordarme) la nueva propuesta de Cortés nos sitúa en el regreso -tras años de silencio mediático- de un supuesto mentalista/psíquico/vidente AKA (o al menos en tierras wasaberas) un magufo. Este en concreto, es un mezclum de varios hombres de pandereta que a buen seguro sabréis reconocer.
Como ya sabréis, tienen una fórmula que se podría reducir a lo siguiente: Deja que una persona ignorante o enferma o discapacitada o con serios problemas ya sean personales o económicos se acerque a ti (con uno de los supuestos es suficiente). Ofrécele cierto consuelo y coméntale -gracias a tus métodos adivinatorios- de su futuro a cambio de dinero. Eso es un magufo. Pueblan la televisión, la prensa, hacen espectáculos obrando milagros y curaciones.... Y aunque su único oficio es la estafa y lucrarse de la charlatanería nadie toma cartas en el asunto. Pero...¿Cabe la posibilidad de que alguien tenga habilidades extrasensoriales? ¿Qué allá vida más allá de la muerte?
Para descubrir si hay fénomenos que pueden ser de naturaleza inexplicable (sin aires de fraudulencia) tenemos a la profesora Margaret Matheson (Weaver....Envejecer con dignididad en el star system tiene tu nombre, el de Meryl y el de Susan Sarandon) y su ayudante Tom Buckley (interpretado por Cillian Murphy, aquel que te da ganas de irte corriendo cuando sonríe), dos personas que con sus heridas del pasado y un fuerte resentimiento arrojarán bastante luz sobre el desolador mundillo paranormal actual.
Más cercana a Concursante que a Buried (seré una tumba y una fuente de discreción) Lujas rojas no pretende ser una película que se posicione o juzgue. Formula preguntas, expone situaciones que han podido estar inspiradas en hechos reales (buen trabajo por parte de los documentalistas) y por encima de todo, logra confundir y entretener con un tono muy cercano a los espectáculos de ilusionistas tipo Copperfield o del patrio Anthony Blake.
Nos quedamos con el inicio de la película, cuando la profesora Matheson presta atención a cualquier detalle...y resuelve el primer caso del que seremos testigos; con todos los momentos en los que aparece De Niro en un actitud soberbia, solemne y mesiánica con esa prepotencia que solo él sabe hacer creíble y que ha recuperado para este papel.
Es cierto que De Niro recuerda tanto a ilusionistas como a seres de otra calaña y que la película contiene guiños a Hitchock y por ello está siendo comparada además con el estilo Shymalanero (yo no estoy de acuerdo, el indio es más tramposo y previsible...¡Ah! Última hora en la Wasabi Manor...Acaba de finalizar el rodaje de su última peli en Costa Rica... No sé yo si le va a ir muy bien, que le vaya bonito en el montaje, por lo menos) pero a riesgo de equivocarme Luces Rojas solo pretende entretenimiento y lo dota de bastante calidad.
Si seguimos repasando el casting nos encontramos a una hermana Olsen (a la tercera va la vencida, las otras dos eran el simulacro), la rubia de Nip/Tuck (que necesita dos potajes igual que yo un mes de vacaciones en Bali) y alguna cara reconocible... hasta llegar a don Leonardo Sbaraglia, que interpreta a un personaje secundario que a los amantes de lo inexplicable y lo divino verán con buenos ojos, eso si, en metálico para poder tener línea directa con el más allá y con los milagros habidos y por haber.No vamos a decir mucho más ni a estropear el factor sorpresa, solo decir que tanto a Roswell como a mi nos ha gustado mucho, nos lo pasamos muy bien divagando e intentando desentrañar el argumento. Puede que el final no acabase de gustarnos mucho, pero tampoco nos pareció algo de vital de importancia.
Esperemos que de De Niro no vuelva a comedias de mierda, que Sbaraglia tenga suerte en yankilandia y que Cortés siga trabajando.
Ahora si : Con ocho wasabis levitantes y el trailer, desaparecemos chistera en mano.