Lucha

Una simple moneda vale según la mano que la contiene. La palabra "Lucha" no la entiende o no la quieren entender a su mediana edad los muy desinteresados y usan su valioso tiempo en banalidades, que no los lleva a nada bueno. El fuego de la corrupción no respeta niveles y consume sin discreción lo que encuentra por el amplio camino. Los frondosos árboles protegen a las desprotegidas semillas con su propia vida; así lo manda la ley, y así la cumplen sin chistar. Ellos piensan en los constructivos libros y olvidan las destructivas armas, porque no les han presentado al espíritu de lucha en su debido momento, y no está mala la idea; pero hay períodos en que se tiene que luchar; y luchar hasta el final, de eso no cabe dudas. La mortificante pobreza recién aparece en sus palpitantes vidas y les dice en son de burla, "Eso es lo que les pasa por no cuidar lo que tuvieron, el que se descuida pierde su ración por si acaso". El numeroso grupo observa desde lejos la atropelladora desgracia y espera cómodamente mirando televisión que otros resuelvan el problema que incumbe a toda su golpeada población. Su lucha es telepática, mientras que otros se inmolan muriendo honradamente gritando la palabra "Libertad", ellos esperan reconstruir la ciudad cuando todo haya cesado, cuando no exista peligro de muerte, cuando los injustos pueblen nuevamente la sangrante tierra que ahora grita con muchísima razón: ¡Unámonos hermanos, la unión hace la fuerza!

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