Revista Opinión

Lucha de poder entre avispas

Publicado el 22 septiembre 2017 por James Nightingale @atracoalpueblo
    LUCHA DE PODER ENTRE AVISPAS
    LUCHA DE PODER ENTRE AVISPAS

Cuando las avispas pierden la colmena, quedan a merced de los pájaros” Pensamiento de una avispa asustada
    Formato del Futuro…

En el ámbito político, el sólo anuncio de elecciones es suficiente para que se produzca un sinnúmero de reacciones similares a lo que sucede en un panal de avispas ponzoñosas, cuando un niño travieso lo golpea y provoca una estampida en masa de centenares de esos animales voladores dispuestos a cobrar la osadía humana de la agresión. De lo que se trata, es de picar. Y si es de hacerlo muchas veces, mejor todavía.
En la africanizada Venezuela, por ejemplo, cuando hace pocos días, atendiendo a la decisión de la ilegítima Asamblea Comunal, el Consejo Nacional Electoral anunció que, finalmente, habría elección de Gobernadores el 15 de octubre, de inmediato, saltaron las avispas. No a cobrarle a quien hizo el anuncio. Sí a pelearse nominaciones para alcanzar la meta de las candidaturas, en respuesta a la carrera que representa la posibilidad de ser Gobernador o Gobernadora. Pero no necesariamente en respuesta a la presentación de las condiciones y ventajas comparativas para disputar el puesto de mando. Porque en este caso, de lo que se trata es de lucir alas, patas y ponzoñas para satisfacción de quienes dirigen los partidos políticos, que equivale a una especie de bendición de la selectividad para poder competir; a quién pican.

Por supuesto, saber picar no necesariamente equivale a una garantía de poder gozar de esa bendición. Porque, de hecho, a las avispas solitarias o independientes que no sean del panal -y que en el caso venezolano es sinónimo de Mesa de la Unidad Democrática- la posibilidad de competir, incluso en obediencia casi celestial de lo que significa devotamente democrático, no es posible alcanzar posibilidades competitivas de ninguna naturaleza.

Inclusive, aun formando parte del citado panal, eso no se traduce en la posibilidad de que las avispas comprometidas puedan entrar al terreno de lo posible. No. Y el motivo es que en el grupo que todo lo ve, califica y hasta pudiera identificar como viable para la bendición, están de por medio, además, 26 grupos de avispas trabajadoras con su respectivo grupo de dirigentes en cada uno. Pero al final del proceso selectivo, únicamente podrán competir las de los 5 grupos amigos de una especie de combinación entre “cacicado” y caudillismo, al mejor estilo de un producto de la revolución de las reformas de mediados de la década de los treinta en el Siglo XIX. ¿Y los demás?: buenos para todo; útiles para nada, si es que la nada importa. Porque todo se traduce en trabajar, hacer bulto y, dependiendo de habilidades, obtener -tal vez- un poquito de miel. Mejor dicho, pasar a tapar cualquier hueco burocrático entre tantos que existen en las colmenas.
Y la consecuencia ha sido el fortalecimiento irreversible de un gran malestar en la región. Al extremo de que más de 60 colmenas -y entre ellas algunas muy grandes y fuertes que se ha visto afectadas- han difundido quejas, desconocido a las avispas constituyentistas y a su Reina, además de acusarlas de haber cometido delitos y violando “derechos avíspicos”. Incluso, de haber movilizado azúcar -y no miel entre los panales- lo cual se ha convertido en causa para que, en nombre de la necesaria restauración del orden, varias colmenas vecinas estén amenazado hasta con invadir la colmena, al considerar que su comportamiento sí constituye una amenaza para todas ellas.

Ya en la colmena hay un gran grupo de avispas sin ponzoña, organizadas, que viene trabajando seriamente en un proceso Constituyente y en un Proyecto País como único camino legítimo, Constitucional, democrático y originario. Sus promotores consideran que es la única opción para salvar y reconstruir la colmena. Ellos, durante años, han revisado y estudiado todas las celdas de la colmena, sus estructuras y todos los procesos de operación necesarios para llevarla al éxito. Y, a partir de la sectorización, lo harán creando formas de distribuir el poder y las atribuciones de una manera equitativa, para evitar abusos, como para imponer justicia, orden y eficiencia.

Este grupo de avispas denominadas Alianza Nacional Constituyente, y que ya están repartidas por toda la colmena estudiando y organizando la propuesta, únicamente, están esperando que los dos grupos, es decir, el que conforma las emponzoñadas de la Reina, como el de la unidad democrática, y siempre en unión de la mayoría de las avispas de la colmena, generen una respuesta real que se traduzca en efectos positivos.

Dichas avispas argumentan estar cansadas de peleaderas, de culto al egoísmo, de insultos y de competencias exacerbadas alrededor de ambiciones desmedidas. Pero, además, que si apuestan hoy por un camino racional de entendimientos, es también obedeciendo a la posibilidad verdadera de tener una gran colmena con abundante miel y felicidad.
Que entiendan que no hay diálogo que se traduzca en efectos positivos, si no se deponen los individualismos que insisten en sobreponerse por sobre lo obvio: la construcción de una gran colmena que permita vivir en paz y en abundancia. Porque sólo así, únicamente así, y a partir de allí, es como se puede invitar a todas las avispas que se fueron de la colmena, para que regresen a su bello panal, Venezuela.
Egildo Luján NavaCoordinador Nacional de Independientes Por el Progreso (IPP)
“Las imágenes que salen en la portada, no son de responsabilidad del autor del escrito”
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