Revista En Femenino

Luchando por su propia identidad, Lucy Stone (1818-1893)

Por Sandra @sandraferrerv
Luchando por su propia identidad, Lucy Stone (1818-1893)


La historia del feminismo norteamericano estuvo plagada de nombres femeninos. Nombres de mujeres dispuestas a romper las injustas barreras del patriarcado y conseguir una igualdad real entre sexos. Una de ellas, Lucy Stone, dedicó toda su vida a la causa sufragista después de sufrir en su propia piel la discriminación en ámbitos como la educación o el mundo laboral. 
Lucy Stone nació el 13 de agosto de 1818 en la granja familiar de Coy's Hill en West Brookfield, Massachusetts. Rodeada de una gran familia, era la octava de siete hermanos (dos hermanas habían muerto antes de que ella naciera), Lucy tuvo una infancia feliz, ajena al duro trabajo que suponía la explotación agrícola y ganadera de sus padres, Francis Stone y Hannah Mathews. Con ellos vivía además una tía, Sarah Barr, abandonada por su marido y acogida por su hermano Francis.  Pronto Lucy se dio cuenta de que, a pesar de que todos los adultos, hombres y mujeres, colaboraban en el trabajo de la granja, era Francis quien tomaba las decisiones y quien controlaba el dinero que se ganaba con los excedentes. Consciente de que la "única voluntad en la familia era la de mi padre", Lucy decidió que nunca dependería de ningún hombre y trazó un plan para su futuro que pasaba por estudiar hasta alcanzar una independencia profesional y económica.  Con dieciséis años, tomó conciencia de otra injusticia clara entre hombres y mujeres, la brecha salarial. Mientras estudiaban, ella y sus hermanos y hermanas se ganaban un pequeño sueldo dando clases en las escuelas locales. Ellos ganaban más que ellas. Incluso se dio la circunstancia en la que, en una ocasión, Lucy tuvo que sustituir a su hermano Bowman pero continuó recibiendo el suelo acorde a su género y no lo que ganaba un hombre, a pesar de quedar claro que estaba dando las mismas lecciones.  Luchando por su propia identidad, Lucy Stone (1818-1893) En 1839, Lucy continuó sus estudios en varios seminarios en los que empezó a tomar conciencia también de las injusticias ejercidas contra los esclavos. En 1843 se matriculó en el Oberlin Collegiate Institute de Ohio, la primera universidad que aceptaba mujeres en sus aulas y se convirtió en la primera mujer de Massachusetts en licenciarse. En aquellos años conoció a varias mujeres implicadas en la causa abolicionista y defensoras de las ideas feministas que empezaban a tomar cada vez más fuerza en la sociedad norteamericana. Dispuesta a convertirse en una oradora en defensa de los derechos de las mujeres, Lucy Stone dio su primer discurso en 1847, poco después de graduarse, en la iglesia de su hermano Bowman en Gardner, Massachusetts. A partir de ese momento, Lucy se implicó de lleno en la causa feminista y empezó a acudir a congresos en los que conoció a algunas de las principales activistas, como Elizabeth Cady Stanton o Susan B. Anthony. Lucy también participó en las distintas convenciones y encuentros antiesclavistas que se organizaron alrededor de los Estados Unidos. En 1850, la convención de la Sociedad Antiesclavistas Americana de Boston, Lucy Stone, Paulina Wright Davis y otras mujeres decidieron organizar una convención a nivel nacional sobre los derechos de las mujeres pues hasta el momento todas habían sido organizadas a nivel regional o estatal. Volcada de lleno en la organización de dicha convención que se celebraría los días 23 y 24 de octubre de 1850 en Worchester, unas fiebres tifoideas contraídas pocas semanas antes limitaron su participación. Aún así, el primer Congreso Nacional sobre los Derechos de las Mujeres fue todo un éxito. Aunque no se aprobó la creación de ninguna asociación, se decidió mantener la celebración de dicho congreso de manera anual, nombrando un comité organizativo entre cuyos miembros se incluyó a Lucy Stone. Los siguientes años, Lucy se volcó en la lucha feminista dejando a veces de lado la causa abolicionista, por lo que llegó a recibir algunas críticas.  Por aquellos años, Lucy conoció a Henry B. Blackwell, un abolicionista que le haría romper su promesa de juventud de no casarse nunca. La pareja contrajo matrimonio en 1855 pero Lucy decidió no renunciar a su nombre de soltera como un gesto de igualdad entre ambos cónyuges. "Mi nombre es mi identidad - dijo Lucy - y no debo perderla". Era la primera mujer en los Estados Unidos que se atrevía a registrarse como una mujer casada sin renunciar a su apellido. El matrimonio entre Lucy y Henry se convirtió en un modelo de unión igualitaria en la que ella mantuvo su independencia económica. La única hija de la pareja, Alice Stone Blackwell, seguiría los pasos de su madre y se convertiría en una líder sufragista.   Luchando por su propia identidad, Lucy Stone (1818-1893) A pesar de que el nacimiento de Alice en 1857 obligó a Lucy a bajar el ritmo, continuó organizando conferencias y convenciones en favor de los derechos de las mujeres. En 1869, Susan B. Anthony y Elizabeth Cady Stanton fundaban la National Woman Suffrage Association (NWSA) en la que se defendía que el sufragio femenino se conseguiría modificando la constitución a nivel nacional. Algo que Lucy Stone no creía efectivo, defendiendo que la mejor estrategia pasaba por alcanzar el derecho al voto femenino estado por estado. Pocos meses después, Lucy Stone y Julia Ward Howe se convertían en las principales impulsoras de la American Woman Suffrage Association (AWSA).

En 1870, Lucy y Henry se trasladaron a vivir a New Jersey donde Lucy entró en contacto con la New England Woman Suffrage Association (NEWSA). Siete años después sería elegida su presidenta. El mismo año en el que llegaron a su nuevo hogar, Lucy y Henry fundaron el Woman's Journal, una publicación semanal que se convirtió en un altavoz de las reivindicaciones sufragistas. 

Años después de la escisión del movimiento feminista entre las dos grandes asociaciones, la NWSA y la AWSA, sus líderes llegaron finalmente a un entendimiento y en 1887 nació la National American Woman Suffrage Association (NAWSA), en la que una ya muy debilitada Lucy Stone formó parte del comité ejecutivo junto a Elizabeth Cady Stanton, nombrada presidenta, y Susan B. Anthony, vicepresidenta. 

En 1892, conocidas como el "triunvirato" del movimiento sufragista, Stone, Stanton y Anthony participaron en la convención de la NAWSA en Washington. Un año después, acompañada de su hija, Lucy Stone viajó a Chicago donde dio su último discurso público en el World's Congress of Representative Women. Meses después, fallecía en su hogar de New Jersey, el 18 de octubre de 1893. Tenía setenta y cinco años. 

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